Una de mis “últimas” adquisiciones en cuanto a tecnología se
refiere, no fue otra cosa que una Power Box que para que no nos
liemos, decir que no es más que una videoconsola retro, un consola
con estética de GameBoy pero con más juegos.
Y es que este tipo de consolas vuelven a ponerse de moda, quizás que
la gente que las adquiere tenga una edad en la que el recuerdo de
aquellos juegos de antaño nos hace rejuvenecer (es cruel...lo se)
junto con la simpleza que ofrecen estos dispositivos, sean alguno de
los motivos para el auge de este tipo de dispositivo. Pero ¿valen la
pena?
Las consolas retro no dejan de ser videoconsolas con bastante juegos
siendo este un factor que habría que matizar. Por lo general, y al
menos desde nuestra experiencia, son consolas que funcionan con
baterías al más puro estilo smartphone siendo el sistema de carga
idéntico. Pero que usen este tipo de batería implica y factor a
tener en cuenta: son algo más que videoconsolas ya que cuentan, y se
pueden usar, como power banks. Esto implica que siempre que nos haga
falta podremos conectar dispositivos mediante cable usb para usar su
batería. Su duración es bastante buena aunque cabe reconocer que la
primera carga completa, de las cuatro horas (cinco recomendables) no
te las quita nadie.
Aunque ¿y a nivel gráficos? Debemos reconocer que a pesar de sus
aproximadamente 3 pulgadas, su pantalla se ve bien y con total
fluidez. Aparte cabe destacar que por lo general, este tipo de
consolas viene con cables jack de 3’5 – audio/video ¿que implica
esto? Podemos conectar la consola a un televisor y jugar a través de
el, si que es cierto que esto implica que los gráficos en la
pantalla se vean más pixelados. En cuanto a sonido si que es cierto
que la típica rueda tradicional, no nos acabó de convencer, si bien
es cierto que cumple su cometido y que el sonido es el que uno espera
de los juegos retro, en lo personal encontramos algo desfasado este
sistema, por otro lado que el altavoz esté en la parte delantera es
todo un acierto.
Pero ¿y a nivel jugabilidad? El autor de esta entrada es de mano
grande, esto implica que después de un tiempo notas algunas
molestias pero esto es algo personal. Tengamos en cuenta que estamos
ante una Game Boy de toda la vida con más juegos por lo que su tacto
es similar, la principal diferencia radica en que es más pesada que
una Game Boy tradicional. Por otro lado, y al menos el Power Box que
adquirí, cuenta con siete botones: select, rest (para iniciar el
menú de selección de juegos), start, dos de juego y dos turbos.
Aunque ¿juegos? Cuando compramos la consola se nos avisó: no se
pueden ni quitar ni poner juegos ¿decirle eso a un amante de la
tecnología? Pues vaya...el dependiente tenía razón: no se pueden
ni quitar ni poner juegos. Las Power Box vienen con infinidad de
juegos, 400 en nuestro caso pero ¿seguro que 400? como es de esperar
hay algunos casi repetidos, ese casi no es otro que te cambian el
personaje y te lo ponen como un juego nuevo. Pero si que es cierto
que los cerca de 300 juegos distintos, los trae.
Así que ¿recomendar este tipo de consolas? Las cosas como son, este
tipo de consolas ¿quien va a comprar una consola con juegos
antiguos? Cualquier amante de los juegos retro o simplemente personas
que quieran regalar una primera consola. Son económicas, desde 25
euros ya las encuentras en la red, en tienda (como nuestro caso)
fueron un total de 35 euros compra inmediata y excelente resultado.
Aparte cabe destacar que en la caja viene el cable de carga usb y el
cable jack para conectarlo a un televisor. En este caso, y como
consejo personal, tres euros más por un cargador usb y tema
resuelto.
Estamos ante una compra segura, pueden que sean productos que si los
ves en tienda, tengas dudas, pero su autonomía, su número de
juegos, su tamaño, las opciones que ofrece gracias a la batería y
su precio hace que sea un producto que si bien compras con dudas,
posteriormente compruebas que has acertado. Así que si o si, compra
recomendada.
Y dicho esto...hasta mañana ^_^