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sábado, 22 de febrero de 2025

Carta abierta: Derecho a no ser sociable

 

Sucede que en ocasiones nos olvidamos de quienes somos...

 Y quizás pueda asustar ¿el autor de este blog de nuevo a las andadas de las letras poéticas? nada que ver. Pero quizás en ocasiones va bien salirse un poco del camino, las entradas de este lugar ya están escritas con antelación, esto quiere decir que siempre se trabaja con Word o, como en mi caso, Writer, esto hace que se tenga un mayor control sobre lo que se publica pudiendo corregir posibles errores salvo esta parte, me explicaré. La siguiente entrada ya fue publicada el pasado 22 de Febrero en nuestra página de Gemlog Blue dentro del protocolo Gemini, pero cuando ves como hay un problema crecieente a nivel social pero que puede acarrear problemas sociales, sabes que si o si tienes que pasar a la acción.

 La siguiente entrada habla sobre un tema que apenas se aprecia pero que algo me dice que muchas personas viven o vivirán, es inegable que estamos rodeados de tecnologia y es esa misma inmediatez social la que debería hacernos plantear ciertas cosas y, porque  no decirlo, normalizar algo que debido a nuestro estilo de vida, creemos que es incorrecto. 

Así que dicho esto, os dejamos una pequeña carta abierta:


" Y no pasa nada por ello…


Porque quizás te han enseñado a que tienes que estar siempre disponible, a estar siempre conectado, sea la hora que sea, quizás te digan que bueno, de noche el smartphone debería estar en silencio para que puedas descansar pero ¿de día? Bien activo y para estar siempre localizable, por si alguna vez te necesitan, algo que sucederá una de cien veces. Te dicen que tienes que tener tiempo libre para estar con tus amigos, que puedes hablar con estos tanto en persona como a través de programas de mensajería que han acercado la palabra pero que han alejado las personas que antes estaban cerca. Te han enseñado que tienes que tener un amplio circulo de amistades, a estar siempre de bueno humor y a ser un ser sociable, si no lo estás ¿sucede algo? No, estoy bien, tengo derecho a no ser sociable.


Porque quizás nos han empujado a estar siempre atentos, a estar siempre disponibles para un mundo  en el que no siempre nos apetece estar. Estamos acostumbrados al tener que hablar con nuestros amigos pero como durante varios días no lo hagas tranquilo, van a saltar todas las alarmas: algo te va a pasar. Será entonces cuando te bombardeen a mensajes, o preguntas ¿llamadas? No hombre no, los smartphones no se hicieron para llamar ¿o si? Parece que hemos cambiado su rumbo y lo hemos aceptado: siempre mensajes no vaya a ser que la otra persona se moleste, pero te seguirán mandando mensajes mientras tú estás en tu propio mundo.


Al principio creerás que está mal, que debes dar señales de vida porque para eso te han educado: para ser siempre un ser sociable. Tu smartphone se a convertido en una maquina rastreadora que dice cuando estás que por otro lado debe ser siempre, salvo para la hora de dormir, al parecer todo el mundo se va a dormir y se levanta a la misma hora, ahora te enteras de que el mundo está compenetrado en ese aspecto. Porque pobre de ti que apagues tu smartphone, ya seguro que te pasa algo, seguro que algo no va bien y por eso no contestas o no estás disponible, olvidan que tienes derecho a no ser sociable.


Es algo natural, simplemente llega un momento en el que te dices “necesito un tiempo para mi”, un tiempo que necesitas para hacer aquello que realmente te gusta sin estar a expensas de los demás, porque tienes derecho a retomar aquellos proyectos personales que tuviste que aplazar, derecho a querer estar tranquilo sin depender de un smartphone que te diga cuando tienes que estar, tienes derecho a controlar tu propio tiempo, a pararte a escuchar tranquilamente ese disco que tanto te gusta, sin prisa, sin depender de nadie, solo de ti, tienes derecho a no querer ser sociable.


Y no pasa nada por ello, creerás que si, que por norma general social no escrita, tienes que tener tu smartphone siempre activo, o incluso programas de mensajería instantánea si estás en un pc, para el mundo tienes que estar, se olvidan de que antes tienes que estar para ti mismo, y no pasa nada por querer pasar tiempo contigo mismo. Que te hayan educado en el “estar siempre disponible” no significa que tengas que aceptar esa norma, no tienes porque estar siempre hablando con gente: no apetece. Nos han enseñado a que tenemos que estar siempre con alguien, siempre en el mundo sea de la forma que sea, olvidan que estar solo también es una forma de estar.


Se olvida el derecho al no querer ser sociable, es algo temporal pero que sucede, y cuando esto pasa el modelo social te dice que no está bien, permíteme que te diga que si, es lo correcto. Va bien apartarse de todo durante un tiempo, la tranquilidad de abrir los brazos y decir “todo este espacio es mio” y no tener que depender del reloj social de los demás. Sucede algo curioso, y es que si alguna de tus amistades a estado en ese viaje te comprenderá y lo aceptará, al fin y al cabo es algo más habitual de lo que parece, pero nos han enseñado que eso no está bien. Por suerte la gente que a estado ahí y forma parte de tu circulo de amistades es gente que respetará tu silencio y no por ello te dejará de hablar o creerá que has marchado, y te recibirá con los brazos abiertos sin hacerte preguntas, sin cuestionar nada.


Quizás la gente a asumido que tiene que estar siempre disponible, siempre atenta, siempre en contacto con los demás, vivimos en un mundo donde “tienes que estar”, da igual el como o el donde, pero tienes que estar. Nos han enseñado el efecto de la disponibilidad, que al parecer las horas son iguales para todo el mundo, que todos tenemos un camino similar salvo alguna que otra pequeña diferencia, dicen que el mismo camino para todos, idea la cual solo puede hacer tropezar. Así que no pasa nada por no querer tener contacto con nadie, estás en tu derecho...derecho a no ser sociable. "


Y dicho esto...hasta mañana ^_^

sábado, 15 de febrero de 2025

Un usuario de Linux en el reino de Windows: la odisea de lo que una vez fue tu hogar


 

Una de las situaciones a las que nos podemos encontrar cuando adquirimos un nuevo equipo, es a tener que configurar todo desde cero, este es al fin y al cabo  un proceso por el que todos pasamos. Pero a nadie se le escapa que cuando adquieres un nuevo equipo, y a no ser que te decantes por Mac, va venir con Windows, si bien es cierto que ya son más los fabricantes que ofrecen equipos sin S.O. o con alguna distribución FreeDOS, Windows sigue siendo el rey en cuanto a S.O. preinstalados.


Pero sucede algo, no todo el mundo quiere Windows, como es mi caso, pero ante la adquisición de un nuevo equipo el pase por Windows es inevitable. Quizás para alguien que no haya estado en Linux, esto sea algo irrelevante, al fin y al cabo se aprende con base Windows por lo que tocar otro S.O. es algo más complejo. Pero cuando vas a Linux y vuelves a Windows por imposición (por imposición hasta que tú quieres y cambies, las cosas como son) observas las enormes diferencias entre un sistema operativo y otro. Quizás por eso esta entrada iría más dirigida a usuarios que piensan en pasar de Windows a Linux y se planteen si vale la pena. Antes de ponernos a ello y ver las diferencias estando en un lado y otro cabe destacar que mi paso a Linux fue ante la imposición de pasar de Windows 7 a Windows 10, algo que no acepté pasándome a Linux (Mint en mi caso) ¿imposiciones en la informática? Por ahí no paso. Aclarado esto vamos a ver un par de detalles que pueden pasar desapercibidos y pueden hacer decantarse por un S.O. u otro.


Confieso que el primer paso del terror se encuentra nada más iniciar Windows 11 en un nuevo equipo, y es que la necesidad de tener por obligación una cuenta en Microsoft ¿en serio?, vale, se puede “saltar” este proceso pero es una tarea algo compleja la cual no recomiendo para usuarios menos dados en cuanto a ámbitos informáticos. La necesidad de tener una cuenta de Microsoft no solo es una salvajada (con todo mi cariño) sino que además ya frena a los usuarios. A diferencia de Windows, Linux no obliga a tener cuenta en ningún lado, como mucho te dice que crees un nombre de usuario y contraseña para los futuros cambios que puedas hacer en tu equipo. La imposición de Microsoft puede complicar bastante las cosas si, como en mi caso, las contraseñas no es que sean fáciles de recordar (que directamente no las recuerdo debido a su longitud y caracteres) y ¿gestor de contraseñas? Nada, o tiras de memoria o te creas una cuenta.


Salvado este obstáculo ya comenzaba la configuración principal y sus “políticas de privacidad”, otra aberración directa en la cual te pasas un rato leyendo como Microsoft cederás tus datos, que haces, que páginas visitas, y un amplio etc que choca de pleno con cualquier aspecto de privacidad personal, todo se resume en “Microsoft lo va a saber todo de ti”. Por su parte Linux no es algo que pida ¿telemetria? Lo máximo que Linux (Mint en este caso) es si quieres mejorar Linux enviando informes de fallo, y es algo que te lo dicen bien claro, la telemetria en Linux apenas existe y en todo momento sabes que estás enviando.


Tras este paso llega el momento de las consabidas actualizaciones de sistema, esto es algo de lo que no te libras ni en Windows ni en Linux solo que hay una “pequeña” diferencia. No solo la descarga en Windows es más lenta sino que te obliga a reiniciar alguna que otra vez el equipo, debo reconocer que, recordando aquellos múltiples reinicios de antiguas versiones de Windows, este vez con un par ya eran más que suficientes. En Linux es curioso, una vez instalas lo instalas ya puedes usarlo, las actualizaciones de equipo las haces sobre la marcha ¿obligatorias? En absoluto, en Linux tu eliges cuando quieres reiniciar, si es que quieres pero, y repito, estas actualizaciones de equipo se realizan una vez ya estás en marcha, tu vas trabajando y dejas que se vaya actualizando el equipo.


Con todo esto llega el momento de comenzar, y ya en la primera pantalla que no es otra que el escritorio, observas la aberración en la que se a convertido Windows, no solo notas como el sistema operativo si bien es solido, parece pesado, sino que además hay tal cantidad de bloatware (programas que no has pedido pero que te han instalado) que no sabes ni por donde comenzar. Curiosamente Linux no se libra, tiene ya programas instalados pero son funcionales, suites de ofimática, reproductores de video, reproductores de música, editores gráficos, etc.


Quizás se pueda pensar que bueno, el trauma ya te lo habías llevado con los primeros pasos, ahora apaga e instala Linux (que fue lo que hice) así que venga a darle al bo...tón...¿pero donde a metido Microsoft el botón de apagado? ¿tan difícil era dejarlo en su lugar? Y claro, ni se te ocurra escribir “como apagar Windows” en el cuadro de búsqueda porque descubrirás un nuevo trauma: Edge. Por suerte, y no si sin dar varias vueltas, pude apagar Windows, insertar una llave USB con Linux Mint y saber porque una vez te fuiste de Windows para no volver.


Los puntos a destacar entre Windows 11 y Linux Mint, a modo personal, serían:


- La diferencia de tiempos, si en Windows de la media hora no te libras, en Linux con 5 minutos ya basta.


- La nula privacidad y la cantidad de datos privados que “cedes” a Microsoft.


- La ingente cantidad de publicidad Windows 11 tiene.


- El botón de apagado no está donde debería


Las diferencias entre Windows 11 y Linux Mint, y me atrevería de decir que con muchas otras distribuciones Linux son evidentes, Windows pasó de ser un sistema accesible y efectivo a convertirse en una piedra sin sentido. Que esto no quiere decir que Windows sea malo, se nota un S.O. sólido, pero las diferencias son tantas que una vez vas a Linux y vuelves a Windows lo único que tienes ganas de es de regresar a Linux. No vamos a entrar en el debate de “es que Windows es mejor para jugar” ahí cada cual es libre de elegir para que quiere su equipo, en lo personal no lo uso ni quiero para jugar, por lo que cada persona debería elegir cual es la opción que mejor se adecúe a sus necesidades, Yo desde luego, tras estar en Windows pasarme a Linux y volver de manera temporal a Windows lo tengo claro, no vuelvo.


Y dicho esto...hasta mañana ^_^


sábado, 8 de febrero de 2025

Por qué no deberías comparar Krtia con GIMP



 

Una de las comparativas que se suele hacer en cuanto a programas informáticos se refiere no es otra que entre Photoshop, GIMP y Krita, siempre aparece alguna alternativa que otra más en cuanto a diseño fotográfico se refiere pero no hay listado sobre herramientas de edición fotográfica se refiere en el que no aparezcan estos tres programas.


Como amante del mundo del diseño gráfico, y a pesar de que soy y seré animal de letras, estoy familiarizado con dichos programas. Pero es justamente ese uso el que hace comprender, y más a base de la práctica ejercida durante meses, que estamos ante una comparativa un tanto errónea, la clave la encontramos en que si bien Photoshop y GIMP son editores fotográficos, Krita por su parte está más enfocado al dibujo.


Si dejamos de lado Photoshop al ser este un programa que está solo para MaC, Windows y Android (en su versión Adobe Photoshop Express), tanto GIMP como Krita son programas que son multiplataforma salvo para Android, cabe mencionar que si bien existen versiones de dichos programas para Android, tenemos dudas que sean versiones oficiales. Sea como sea ¿podemos comprar GIMP con Krita?, analicemos un par de detalles:


- Área de trabajo: ambos programas poseen una interfaz similar, cabe decir que GIMP tiene una interfaz más rudimentaria pero no por ello menos eficaz, en ambos programas contamos con herramientas en el lado izquierdo y opciones de estas en el lado derecho, ambos comparten que el área de trabajo es la zona central siendo la superior la zona en la que encontramos desde más opciones hasta más herramientas. En cuanto a personalización ambos programas cuentan con una mínima personalización de temas siendo en este caso GIMP quien cuenta con un mayor número de temas los cuales incluso podemos ampliar.


- Pinceles: los pinceles de GIMP no tienen nada que ver con los de Krita, partiendo siempre desde la configuración base. En GIMP los pinceles los encontramos en la zona derecha mientras que en Krita, y sin contar los atajos de teclados o la zona superior, algo lo cual también podríamos decir de GIMP, accedemos a ellos pulsando el botón derecho del ratón, y desde luego el número de pinceles en Krita con una configuración por defecto, es superior en cuanto a cantidad.


- Insertar letras: me sabe mal reconocerlo pero GIMP es un poco desastre en cuanto a la inserción de texto, es un procedimiento que resulta efectivo pero es un proceso más bien tosco. Por su parte Krita trabaja bien insertando texto ya que usa una forma tradicional pudiendo mover el texto allá donde queramos, si que es cierto que su configuración es mayor, inserta bien el texto pero a cambio tiene un mayor número de opciones.


- Capas: GIMP y capas no es que sea una maravilla, esto no quiere decir que las trabaje mal, pero en ocasiones cuesta trabajar con ellas. Por su parte Krita se lleva bien con las capas, en todo momento sabes que capa estás editando al utilizar una formula vista en infinidad de programas.


- Configuración: GIMP es un programa fácil de configurar, como es de esperar tiene un buen número de opciones y todo tipo de configuraciones pero todas se pueden configurar en gran parte desde la zona superior. Krita en cambio es un programa cargado de configuraciones, esto otorga un control total sobre el programa pero son tantas las opciones que es un programa poco recomendado a gente que quiere algo más simple, incluso si vienes de GIMP o Photoshop te puedes perder ante tanta configuración.


- Flujo de trabajo: GIMP es la ligereza convertida en programa ¿tosco en cuanto a diseño? De acuerdo pero cuando trabajas con el lo haces de una manera rápida y fluida, se nota que estás ante un editor fotográfico debido a las opciones que tienes, es un peso ligero bien equilibrado. Por su parte Krita es una bestia de acero bien realizada, esto implica que puedes trabajar con total tranquilidad pero se nota un programa más enfocado a gente con unos ciertos conocimientos.



Observando esto ¿se puede comparar GIMP con Krita? Desde luego que no, GIMP es ligero y sus opciones están más enfocadas al diseño fotográfico, tanto las opciones de tono, contraste, luces, balance de color, etc, son más fáciles de localizar y utilizar. Krita por su parte se nota que está enfocado al dibujo, la cantidad de pinceles que trae por defecto ya es una clara muestra de ello, aparte las opciones que ofrece están más enfocadas a temas de color y lienzos. De acuerdo, ambos programas tienen herramientas similares pero poco más ¿que en ambos se puede trabajar con dibujo y fotografía? Desde luego, incluso nosotros mismos usamos Krita como editor fotográfico pero lo hacemos por su buen hacer con capas, pero si queremos modificar una fotografía está claro que la ligereza de GIMP es un factor clave.


Quizás es más acertado comparar Photoshop con GIMP mientras que Krita, y por decir un programa que usamos y nos encanta, lo podríamos comparar con MyPaint, sea como sea está claro que es cada persona la que debe decidir para que le va mejor cada programa.


Y dicho esto...hasta mañana ^_^

sábado, 1 de febrero de 2025

Quiero publicar en el protocolo gemini ¿Y ahora que? Resolvemos la duda


 

Ya hemos hablando en varias ocasiones del protocolo Gemini, un protocolo que si bien no pretende substituir al ya asentado http, si que trata de ser una alternativa ligera al internet que conocemos actualmente alejándose de webs cargadas de contenido multimedia y apostando por un modelo de navegación basado en texto.


Algo que he podido observar mientras navego por dicho protocolo es que existe una duda global, si bien es cierto que con el protocolo https todo es tan simple como ir a un buscador, que suele ser Google, y escribir que queremos encontrar, una vez hemos elegido que web queremos ver tan solo debemos pulsar sobre ella y listos. Y aunque suene extraño el protocolo Gemini es lo mismo pero sin Google y sin elementos multimedia, solo texto, enlaces y alguna que otra fotografía que el usurario puede decidir si quiere ver o no. La duda surge cuando, una persona recién llegada  accede a este protocolo, algo tan simple como usar un navegador para este protocolo siendo Lagrange la opción mas adecuada ya que se trata de un navegador tradicional pero que se mueve por este protocolo.


Cuando escucho, o mejor dicho leo, el “¿Y ahora que?” algo que suele aparecer si queremos crear nuestras capsulas en servidores públicos, para que no os perdáis, una capsula es una web, así de simple, en lugar de llamarse web se llaman capsulas. Esto conlleva a que podamos crear una usando alguno de los servidores gratuitos al más puro estilo blog, nuestras recomendaciones vendrían a ser:


- Flounder


- Gemlog.Blue


Quizás para más profundidad en el protocolo Gemini nosotros hemos optado por Gemlog.Blue ya que este solo publica en dicho protocolo. Vale, nos hemos registrado pero ¿como creo contenido?


Para explicar esto de una manera simple vamos a usar una de nuestras entradas, es todo tan simple como escribir nuestra entrada en word, esto es simplemente para corregir la ortografía y poder publicar cuando deseemos, simple cuestión de orden. Una vez con nuestro documento de word tan solo deberemos ir a nuestra web de publicación, Gemlog.Blue, pondremos el titulo que queramos, pondremos el texto, añadimos nuestro nombre de usuario y contraseña y le damos al botón de publicar, o “Submit” en su defecto, y listos, asi de simple. Una vez accedemos desde Lagrange a nuestra página personal veremos las entradas en orden de más actual a más antigua, ya habremos publicado en el protocolo Gemini, más simple imposible.



Pero ¿algo a tener en cuenta? Olvidaros de fotografías, las podréis poner pero estas tienen que estar enlazadas a una web ¿sirven los recursos en negrita y enlaces?, no, podríamos decir que hay 3 códigos claves:


- Para poner un enlace deberemos usar => seguido de la dirección del enlace


- Para poner un titulo usaremos #, si queremos un titulo secundario tan simple como # # ¿y un tercero? # # # , simplemente


- Para poner una lista tan solo deberemos poner * seguido del elementos


A pesar de ello, y salvo los enlaces, el protocolo Gemini al basarse en texto, el resto de “códigos” (no nos a vamos a perder con el tema Markdown), apenas se usa.


Pero quizás el problema con el protocolo Gemini es que no está Google, algo lógico por otra parte, pero hay buscadores, lo ideal es en las preferencias de Lagrange, colocar lo siguiente como motor de búsqueda:

 

gemini://kennedy.gemi.dev/


Pero ¿que hará esto? Cuando escribamos algo para buscar en la barra de dirección nos aparecerán los resultados. El resto es simplemente navegación tradicional, no es un protocolo difícil, si somos sinceros estamos disfrutando mucho con el contenido que encontramos, algo a destacar es que Lagrange incorpora un traductor que se encuentras o bien pulsando el botón derecho del ratón y luego “Herramientas” si lo hacemos desde pc o pulsando sobre los 3 botones que horizontales que encontramos en la barra de dirección en dispositivos móviles, esto ayuda a no tener barreras a la hora de leer artículos.


Como hemos visto publicar y navegar por el protocolo Gemini es sumamente simple, el que encontréis ya es cosa vuestra aunque por suerte, y por experiencia, os podemos asegurar que, y salvo sitios de prueba (la gente que pregunta que “¿Y ahora que?”) el resto hemos encontrado sitios que vale la pena leer.


Y dicho esto...hasta mañana ^_^