No hace muchos días-semanas un
ciudadano Español llamado Mario Costeja ganó un importante juicio contra el
todopoderoso Google. En el juicio celebrado en el Tribunal de justicia de la Unión Europea Costeja logró que Google
borrase los datos de este en su buscador. Todo ello bajo el nombre de “derecho
al olvido”.
Pero ¿Qué esto de derecho al
olvido? Siempre que navegamos por la red dejamos huellas, estas huellas son
tanto positivas como negativas siendo el punto de neutralidad el más dejado.
Esto quiere decir que por ejemplo si insultamos a alguien por la red esta
huella puede ser considerada negativa mientras que si ayudamos a otro usuario
puede ser considerada una huella positiva. Por su parte comentar artículos,
vídeos o cualquier otro tipo de material suele ser algo neutro.
Pero hasta hace poco esas
huellas no se borraban. El caso de Costeja no fue otro que a pesar de haber
saldado una deuda la información sobre la deuda seguía saliendo en la red lo
cual le repercutió en su vida tanto a modo social como a modo laboral.
La red no olvida, o al menos
hasta ahora. Hasta no hace mucho tiempo existía una polémica ley en USA la cual
permita que si una pareja rompía cualquiera de los dos podía colgar foto o vídeos
íntimos en la red a modo de venganza. Esta ley resultó bastante polémica por lo
que el año pasado fue retirada. Eso no implicaba que los vídeos
eróticos-pornográficos que ya estuviesen en la red tuviesen que ser
obligatoriamente retirados pero impedía subir vídeos de esta índole por
venganza.
Muchos datos que se pueden
encontrar por la red son debido al olvido. Muchas veces solemos dejar comentarios en webs con un Nick por lo
que es habitual registrarse. Luego nos olvidamos de ese Nick y usamos otro pero
Google lo localiza. Un error que se observó hace poco en un programa donde se podían cambiar los
nicks era que a pesar de cambiarte de nombre (Nick) Google seguía mostrando tu
anterior nombre como válido por lo que
solo era cuestión de revisar los nicks y
encontrar la persona que buscabas a pesar del cambio de nombre.
Algunos datos “peligrosos”
(DNI, dirección, deudas con el estado, cuentas bancarias) se filtran involuntariamente por el propio país de
residencia mediante boletines oficiales. ¿Si es fácil encontrar información
sobre alguien? Puede parecer extraño pero es mucho más fácil de lo que parece,
recordemos que no solo de Google vive la red.
Un error que se está revisando
lo encontramos en las direcciones de Facebook en las cuales aparece un nombre.
En algunas revisiones se ha podido observar que rastreando este “Nombre” se
pueden localizar personas llegándose a conseguir direcciones, teléfonos y
apellidos.
En la red dejar rastros es
habitual, estos rastros también se dejan en nuestras pautas de comportamientos
lo cual implica que siempre realicemos las mismas acciones ya sea a modo de
escuchar música (recordemos que en algunos lugares nuestra actividad musical
queda registrada) hasta que webs
visitamos.
Quizás el paso dado Costeja
marque un antes y un después en cuanto a información por la red aunque no hay que olvidar algo: la red
fue creadas por personas y la memoria de esta supera cualquier conato de
olvido.
Suena cruel pero ¿solución
para no dejar huellas en la red? Fácil: no navegar por ella.
Y dicho esto…hasta mañana ^_^
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