Y por eso nos ponemos al revés…
Hace ya un cierto tiempo, una
amiga me preguntó que añoraba de mí ayer y enseguida me vino el recuerdo a la
mente un hecho relacionado con la red, que todos deberíamos vivir pero desde
uno los puntos de vista.
Hace años, muchos años, era una
persona bastante sociable, tanto que usaba redes sociales (si, parece un
milagro). En una de esas redes conocí una persona, una chica de mi misma ciudad
con la cual entablé rápidamente amistad. Hablamos solo dos días y al tercero,
sobre las 00:00 de la noche, me abrió una ventana de chat y me comentó que
había sufrido un grave suceso y que se encontraba mal, por las horas que eran sus
amigos/as no estaban, su pareja a docenas de kilómetros y sus padres lejos. Y a
pesar de no conocerla de casi nada no me lo pensé dos veces y salí corriendo
hacia su casa plano en mano y móvil encima. Os aseguro que la experiencia de
animar a alguien, sin importante el cómo, es algo alucinante. Apenas la conocía
pero no me lo pensé dos veces a la hora de salir a ayudar-animar.
Supongo que ese calor humano
traspasando la pantalla del pc, es algo que se agradece, o al menos así lo veo
yo. A todos nos gusta gustar, seamos francos ¿a quién no le gusta que le digan
“oh que guapo/a eres” o “eres guapísima/o” o incluso “ufff… estás tremenda/o”?
A mí en lo personal, si bien es cierto que es algo que me hace sonreír prefiero
que me digan “Ostí, que conversación tan buena he tenido contigo” o “tenemos
que hacer esto más a menudo”. Si nos fijamos en este aspecto, el factor
“físico” predomina, Y en la red o destacamos o parece que no existimos, lo
siento, no entro en ese juego.
Todos vemos el aspecto visual de
le red. Incluso podremos decir que redes sociales como Badoo o Instagram son un
95% aspecto visual. Pero ¿y las personas? Podemos ver una persona cuyos cánones
estéticos se acerquen a los nuestros pero no podemos ver más allá. Por otro
lado fijémonos en un youtuber decente (hay youtubers y “youtubers”), si la
memoria no me falla y haciendo cálculos rápidos, un video de 2-3 minutos
editado de la hora o dos horas, no hay quien te saque las cuales has tenido que
sacar de tu vida social ¿Qué sucede luego? Comentarios como “vaya m* de vídeo”
“insultos-varios” están a la orden del día. Podemos poner el editor fotográfico
que tras horas editando una fotografía recibe un “eso lo hago yo con la punta
del ****” Luego encontramos el punto opuesto de “hola, soy un tipo o una mujer
tope bueno, me hago una foto poniendo morritos o enseñando carne” ¿Qué sucede
luego? Cientos de comentarios y un gran reconocimiento…no, no es mi mundo, no
entro en ese aspecto.
Seamos sinceros con nosotros (y
vosotras) mismo/as: primero vemos un aspecto físico y si este se ajusta a
nuestros cánones ya miramos un poco más.
Pero por otro lado esa idea choca con una irónica realidad: las buenas
conversaciones o los mejores recuerdos carecen de aspectos físicos. Es por ese
que desde “El futuro de la marmota” vamos a promover el cuidado y el pensar
antes en la persona que hay detrás del monitor, antes que cualquier aspecto que
tenga que ver con el físico. En la diversidad está el gusto, al fin y al cabo,
y por más que en la red parezca predominar el lado contrario, solo somos letras
que nos representan realmente como somos sin aspectos físicos de por medio.
¿Qué porque al revés? Es un forma
de decirle al mundo que, y al menos desde mi punto de vista, hay que negarse a
valorar al cualquier persona solo por su aspecto físico. A pensar en el webmaster que se tira horas y horas detrás de una web, al administrador de un
foro, sea cual sea, al artista que se pasa horas creando, a los que no se ven
pero que realmente mueven la red día tras día. Estando al revés se ve el mundo,
quizás no de la manera que de la que estamos acostumbrados pero si de la que deberíamos
comenzar a apreciar: valorando las personas por su personalidad y forma de ser,
no por aspectos meramente físicos.
Es por eso que nos ponemos al
revés: antes las personas que cualquier tema físico.
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