Una de las cosas que suelo
realizar en el presente blog, no es otra cosa que valorar el aspecto más humano
de la informática. Y es que al fin y al cabo, detrás de cualquier elemento
tanto informático como electrónico como tecnológico, hay una persona (o varias,
todo sea dicho) que ha trabajado duro, y sus nombres, y sus palabras, y cada
uno de sus acentos, suelen quedar relegados a un silencio inmediato. Desde “El futuro
de la marmota” siempre ha apoyado a esa parte humana de la informática.
Así que, y siguiendo un camino
que comencé a recorrer, es momento de mirar atrás, de contar la parte más
silenciosa de este blog, que al fin y al cabo, es la más humana.
Y así, comprendí que debía volar…
Algunas palabras han sido
realmente sólidas, y es que la idea de ser más silencio que sonido, ha sido una
de esas acciones más firmes, contundentes y sólidas, que han marcado cada uno
de mis pasos.
Y al principio de año todo iba
bien, centrado en el mundo de las letras, con infinidad de proyectos, queriendo
aprender y mejorar la técnica de escritura, estar al lado de aquellas personas
que aprecio, y en junio apareció uno de esos “suspiros” en el mundo de las
letras. Y cuando las letras no salen como uno desea, lo mejor es respirar, y
no, no lo hice. Eso me conllevó a no estar en absoluto conforme con el
resultado de textos (sea cual sea el título que le pongamos), a pesar de todo,
no dejé de caminar. Curiosamente fue en junio cuando una simpática acción,
comenzó a tener sus propias letras.
Y llegó agosto, el mes más anárquico,
el mes donde debía ser más sociable, ¿sabéis cuando os proponéis algo y lucháis
por ello? Pues ese mes lo logré…pero al revés. Conocer un grupo de personas,
ser sociable, meterte en grupos, y acabar recordando porque comenzaste a
caminar. Porque todas aquellas personas que un día, decidieron hacer algo en su
vida, sabrán que existe un momento en el que, motivado por factores personales,
decides comenzar a caminar hacia un objetivo personal. Y aquel grupo de gente
me demostró algo: que debía caminar, que si comencé a caminar una vez, era por
no querer ser como ellos. Y no, lo siento: cuido personas, no letras, en mi
vuelo, decido yo.
Ese mismo mes fue uno que bueno,
a nivel mundial la ciudad donde resido, dejó lágrimas sobre un universo que no
comprendía ciertas acciones. Y es que el mundo no dejó de moverse, las acciones
tristes, fueron las que marcaron un mes que bueno, puse un acento de silencio a
un momento que en lo personal, debía ser importante pero que preferí que fuese
silencio.
Curiosamente, ha sido el año en
el que he seguido firme con mi idea sobre alguien. Cuando una persona te hace sonreír
del mismo modo que te hace comprender que somos humanos, cuando necesitas
gritar y acabas recibiendo un abrazo, cuando uno se convierte en tres, cuando
el silencio es incluso una voz, cuando 365 son pocos, cuando todo eso sucede,
te das cuenta que en el mundo, existe gente realmente alucinante.
Ha sido un año donde el nivel de
estrés ha sido enorme, donde no me siento nada contento con la cantidad de
proyectos finalizados y siento haber fracasado en ese aspecto. Eso mismo me ha
demostrado que me queda mucho por aprender, que me queda mucho por mejorar, que
estoy lejos de un nivel decente de escritura. Curiosamente ha sido un año donde
me he sentido cómodo con la parte de escritura emotiva, aquella donde mejor me
defiendo, aquella donde voy aprendiendo a caminar. Y del mismo modo, ha sido el
año donde he retomado el placer de dibujar a mano, o al menos intentarlo, las
cosas por su nombre, de disfrutar con cada trazo, del olor a folio, a lápiz
recién estrenado.
Curiosamente he sido sutil con el
presente blog. Ha habido varios detalles que hablaban sin decir, que decían sin
mostrar, que expresaban más allá de lo aparente. Y es que el blanco y negro son
colores personalmente identificativos. Aparte algunas letras decían algo más
que una simple palabra ¿los temas de música casuales? En absoluto, he gritado
con ellos, he hablado con algunos temas y que finalice el año con “roots bloody
roots” es una declaración de intenciones. Aparte algunos detalles han formado
parte de ese abrazo en silencio, que desde este lugar se ha escrito. Porque si
algo me ha demostrado este año ha sido que debemos mantenernos firmes en la
intención de mejorar el mundo ¿Qué me he metido en batallas que no eran mías?
Desde luego, si no lo hiciera no sería yo mismo, pero esas batallas, han hecho
que cuide, proteja, y haga sonreír a aquellas personas que, creo, he ayudado, y
eso para mí es lo más importante.
Por otro lado, reconocer el
placer que he tenido este año de redescubrir el silencio, de guardar la voz, la
palabra, los acentos, y escuchar al propio silencio. Y os puedo asegurar que el
silencio es una acción, que dice muchísimas cosas.
Curiosamente ha sido al finalizar
el año, cuando aquella acción de Junio, tomaba forma, ha sido algo radical pero
si, digamos que ¡zas! Y aquellas personas que lo saben quedaron alucinadas :D,
lo siento, en ocasiones me da por improvisar.
Las canciones suenan, tal y como
he comentado, algunos temas de este blog no son una simple casualidad. Y es que
la bestia ruge, necesita hacerlo, hay que mantenerse firme en aquello que un
día fui, del mismo modo voy a cerrar aún más mi circulo de silencio y si 2017
ha sido un año donde mucha gente ha tenido mi silencio, 2018 aumentará. Del
mismo modo y con la ternura marcada en cada una de mis palabras, habrá gente
que seguirá siendo eterna, a ellos y a ellas, gracias por todo.
Y lo que tenga que venir, ya
vendrá, pero que no dejemos de volar.
Y dicho esto…hasta mañana ^_^
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