Que Instagram es una red social ya asentada en nuestra sociedad, es algo innegable. La red de fotografías del señor Zuckerberg, es una de las redes sociales principales dentro del mundo cibernético. Son millones de fotografías las que cada día se suben y se consumen en una red ya asentada.
Pero eso mismo lo que nos hace cuestionarnos varias preguntas. Quizás la primera, y la más importante, no sería otra que ¿es Instagram un modelo de red social actual? Antes que nada, y siendo esto lo más importante: es una opinión personal, lo cual implica que pueda ser debatido, que algo no me guste a mi no significa que sea malo, simplemente que no es algo que se amolde a mis intereses. Aclarado este punto, vamos a ello.
Existe un antes y un después en esta red social a nivel usuario: el antes no es otro que el no tener cuenta. Si nos tenemos que guiar por aquello cuanto sale en los medios, que por otro lado suele ser algo “exagerado y buscando un poco el efecto noticia”, desde luego que las criticas siempre van a ir dirigidas a la red social, si algo tiene el ser humano es la absurda capacidad para criticar sin conocer. Una vez desde dentro podemos entender ciertos aspectos y quizás también, cuestionarnos otros, como puede ser el modelo de sociedad que queremos tener.
Una de las cosas que sucede y del porque del éxito de Instagram es del la ley del “ya”: queremos algo y lo queremos ya. Y en este caso, el “ya” del me gusta, está ahí, es fácil subir una fotografía y a los pocos segundos tener un “me gusta”. Y quizás ahí, como modelo de sociedad, estemos cometiendo un fallo que no es otro que priorizar el “me gusta” antes que cualquier otro aspecto. No puedo entrar en la “lectura del silencio” ya que entraríamos en aspectos más técnicos, pero para que nos hagamos una idea, la lectura del silencio no es más que omitir lo más evidente de una fotografía para poder comprender del porque de esta. Y nos guste o no, Instagram se nutre de aspectos físicos, eso no quiere decir que no existan otros aspectos, los videos cómicos, los tutoriales o los amantes de las letras, por decir un ejemplo rápido, están ahí. Pero el físico vende, y Instagram lo sabe pero ¿que físico? Si algo estoy aprendiendo a medida que voy usando es a valorar la imperfección, me explicaré. La belleza física, y aunque esto sea algo relativo, siempre va a estar ahí, podríamos decir que la belleza, se nutre del “ya” ¿Quiero ser popular? Uso mi físico y de esta forma atraeré más gente. Puede o no gustar pero es algo totalmente libre de hacer, al fin y al cabo a todos nos gusta gustar. Pero sucede algo, se aparta, y siempre de manera educada creando silencio, a aquellos “físicos” que no entran en unos cánones sociales ya aceptados. Quizás si que es cierto, que el querer ser popular a base de seguidores, es algo que ya hemos aceptado. Y quizás debamos cuidar más aquellos cuerpos o gente “socialmente imperfecta”, que por otro lado, es gente realmente alucinante. Podríamos decir que, y siendo consciente de que la perfección como tal, no existe, la búsqueda de la imperfección, es la forma más perfecta de valorar la imperfección. Pero la presión por conseguir seguidores está ahí, el ser popular es algo que gusta pero ¿a que precio?
Si de algo sabemos los creadores de contenido, es que una cosa es lo que se muestra y otra el trabajo que hay detrás. Recuerdo cuando alguien me decía “ah, escribes, es solo sentarse delante de un ordenador y ponerse a escribir”, en esos casos el “hazlo tu” siempre estaba ahí, seguido por el “ah, es que yo no soy escritor” y silenciado de manera elegante con el “Yo tampoco”. En Instagram sucede lo mismo. No vamos a valorar tipo de usuarios y usuarias, pero está claro que no es lo mismo una fotografía al desayuno de la mañana que la fotografía de una persona que publicite ropa. Pero esos aspectos no se ven ¿alguien dijo “leer el silencio”?, queremos el “ya” del me gusta y lo queremos “ya”, queremos ser populares. Y quizás ahí, aparezca algo que las personas con más usuarios sabrán, sucede algo que pocas veces se cuenta. Todos tenemos una burbuja en la que meternos, un rincón dentro de nosotros mismos en los que queremos estar tranquilos, ser pequeños en un mundo grande, tener nuestra privacidad. Y la gente con muchos seguidores a nivel mundial, sabrán que el precio que pagar por ser popular, es porque esa burbuja, se pierda ¿privacidad? Ser popular es olvidarse de tener una burbuja personal. Y si no se sabe llevar, los resultados no creo que sean buenos.
A medida que te adentras en Instagram, compruebas como la importancia de un físico está ahí. Quizás Instagram, sea un modelo de la sociedad que tenemos, en ningún momento esto significa que sea algo malo, si es un modelo de sociedad implica que haya de todo, aunque sean otros aspectos los que predominen.
Si en lo personal tuviese que quedarme con algo de Instagram (odio hacer publicidad de lo que hacemos por lo que no diremos la cuenta de este lugar) es con la variedad. Si algo no te gusta en Instagram, directamente lo pasas. Con todo mi cariño: huyo un “poco” de la gente que baila moviéndose de manera sensual mientras aparecen textos, pero eso no quiere decir que no deban estar ahí. Si Instagram existe es para que se use ¿prohibir? Sería absurdo. Pero está claro que, Instagram es algo más que un desfile de modelos constante ¿Modelo actual de sociedad? Simplemente otra parte de la sociedad, si algo no gusta...next.
Y dicho esto...hasta mañana ^_^
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