Algo que siempre he comentado es que en la informática no solemos sacarle todo el potencial a los programas que o bien usamos a diario o directamente usamos. Esto puede conllevar a tener que tirar de más programas a la hora de hacer una acción que podríamos hacer con ese programa que tenemos en nuestro pc y que quizás solo usamos por su base.
Cuando tocó actualizar mi sistema operativo el siguiente paso era uno que muchas personas reconocerán: instalar aquellos programas indispensables. Uno de esos programas no era otro que el típico conversor de audio, uno de esos programas que te permiten cambiar el formato de audio de un archivo de una manera simple. Pero en el terreno de la edición de audio, terreno en el cual y a pesar de los gruñidos que me pueda llevar, entrarían los conversores de audio. Pero ¿realmente son necesarios? Nosotros (…) no vamos a recomendar que se usen unos u otros programas, lo que a nosotros nos puede ir bien a otras personas quizás no tanto, la elección debe primar por encima de los gustos personales.
Pero si hablamos de edición de audio, aunque sea en el tema de la conversión de formatos, no podemos dejar a un lado a uno de esos “indispensables” que en cualquier lugar te van a recomendar. Y es que si bien Audacity tiende mas a la edición de audio, encontramos que es una buena alternativa a la conversión de audio.
Para cambiar de formato cualquier archivo de audio con Audacity. Para ello deberemos hacer lo siguiente.
-Abrir Audacity (si queréis abrir Paint...pero algo nos dice que no irá), lo iniciamos.
-El siguiente paso se puede hacer de dos maneras. Pulsamos en “Archivo” y luego “abrir”, una vez aquí seleccionaremos el archivo de audio que queremos convertir. Otra manera es arrastrar el archivo de audio que queremos convertir y soltarlo directamente en Audacity, acto seguido y tras una breve carga, ya tendremos el archivo listo para su conversión.
- Acto seguido iremos de nuevo a “Archivo” y en este caso seleccionaremos “Exportar”, una vez ahí seleccionaremos “Exportar Audio”.
- Aquí deberemos seleccionar el nombre del archivo y la ruta. Pero para convertir el archivo en otro formato deberemos abrir el menú que encontraremos en la zona inferior derecha, justo en ese apartado encontrareis distintos formatos pudiendo elegir el que más nos convenga.
- En la siguiente ventana podréis añadir los metadatos ¿imprescindible? Totalmente opcional. Una vez rellenados (o no) tan solo deberemos pulsar sobre el botón “Exportar” y...alehop, ya tendremos nuestro archivo modificado.
Algo que puede suceder (y que nos ha sucedido) es que tengamos algún fallo con el formato Ffmpeg, que no cunda el pánico. Para solucionarlo tan solo deberemos ir a “Preferencias” y una vez ahí nos vamos a “Bibliotecas”, en este apartado podremos encontrar los botones para descargar el codec necesario.
Salvo este pequeño detalle, que se subsana de una manera simple, Audacity demuestra porque es uno de esos programas indispensables, y más y cuando encima nos permite una conversión entre formatos bastante efectiva y que cualquier persona puede hacer.
Una de esas cosas que hasta que no te hace falta no te das cuenta de lo mucho que te hizo falta.
Y dicho esto...hasta mañana ^_^
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