Cualquier persona amante de la
informática, sabrá que poco a poco, se van acumulando pequeños
dispositivos-elementos informáticos que si bien en un principio, no
necesitamos, no es hasta que no nos deshacemos de ellos cuando realmente nos
hacen falta: la vida es una paradoja un tanto surrealista.
Es por eso que cuando quise
volver a utilizar un antiguo monitor de pc, me reencontré con dicha paradoja.
El monitor había estado colgado en la pared así que se había decidido deshacerse
del pie, la suma no puede ser más evidente. Un monitor sin pie en teoría se
puede utilizar con cierto cuidado, podemos optar por el apaño de colocar algo
detrás para que lo aguante siempre y cuando podamos colocar el cableado
correspondiente por detrás.
Curiosamente existe una solución
realmente efectiva y cuanto menos curiosa. Cualquier monitor medianamente
decente (omitamos aquellos armatostes que una vez colocados sobre el
escritorio, se comían la mitad del espacio), tiene la posibilidad de ser
colocados en la pared mediante un soporte. La idea es simple pero claro, la
opción de usar un taladro y agujerear la pared, aparte de incomoda, no siempre
es posible.
La solución está en hacernos un pie
de monitor con un curioso elemento: un adaptador de pared. Algunas personas pueden
pensar que simplemente añadiendo dicho soporte al monitor, ya podremos utilizarlo
como pie. En este caso esa sería una solución aunque la estabilidad podría
mejorarse además contamos con algunos elementos que pueden ser cable o
limpieza, que hacen que nos decantemos por otra opción.
Una madera de aproximadamente
veintidós de largo por dieciséis de ancho (grosor de un mínimo de dos
centímetros) es la clave. Colocando el soporte para el monitor, sobre la
madera, conseguiremos una base de monitor más estable y útil. Es importante
comentar que en caso de que el adaptador pueda moverse desde la base a izquierda
o derecha, es importante colocar la base del adaptador en uno de los extremos
de la madera ¿Por qué hacemos esto? Al colocar el monitor este quedaría descentrado
en caso de colocar la base en el centro, de esta forma no solo ocultamos el pie
sino que además centramos nuestro monitor. Al colocar el adaptador de pared
sobre una madera conseguimos varias cosas, la primera es una mayor estabilidad
y la segunda es que si podemos poner el monitor en dos posiciones (encima o
delante de la madera) aparte de conseguir un buen efecto estético, con la
posición encima de la madera, podremos pasar cables por debajo del monitor.
Una de las cosas que añadí, no
fue otra cosa que cinta americana de color negro, simple toque estético pero
que ofrece un acabado excelente. Por otro lado no hace falta usar taladro,
atornillando el adaptador de pantalla a la madera, la estabilidad es excelente.
Un pequeño matiz, los precios de
los adaptadores de pared varían bastante aunque la media estaría entre los
diez y veinte euros ¿opinión? Para este tipo de trabajo por diez euros tenemos
más que de sobra. El precio de la madera es nulo ya que nos puede servir
cualquier tipo de madera aunque con el matiz de la importancia de los dos
centímetros mínimo de ancho por el asunto de clavar tornillos, siempre estamos
a tiempo de pintarla o, como hice, añadirle o bien cinta americana o cinta
decorativa.
El ingenio forma parte de todo informático,
e informática claro, así que son estos pequeños detalles los que nos ayudan a
aprovechar materiales y conseguir excelentes resultados de una manera fácil y didáctica.
Un pequeño gesto para el
hombre…un gran paso para la informática, bueno, pasito.
Y dicho esto…hasta mañana ^_^
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