Sucede algo curioso…
Todos, o todas aunque esto en
este universo debería quedar relegado a una evidencia más que absoluta, somos
expertos cinéfilos, somos conocedores de todos los estilos cinematográficos.
Por eso somos capaces de valorar la actuación de los actores, de tachar de
buena o mala una película, de decir “si” cuando nos preguntan si nos ha gustado
la banda sonora de una película sin que tan siquiera nos hayamos percatado de
ella. Porque al fin y al cabo si una película es buena, lo es en todos los
aspectos, pero por el contrario si una película es mala, lo será en todos y
cada uno de los aspectos.
Todos somos unos expertos
musicales. Porque nuestros gustos son los que valen, porque los artistas que escuchamos
son los que deberían ser más escuchados. Porque al fin y al cabo tus artistas
están bien pero los míos son mejores. Porque yo sí puedo hacerte una
recomendación, asegurarte con mi silencio que mis artistas, aquellos que me
gustan a mí, te van a gustar a ti. Al fin y al cabo tu criterio bueno, puede
cambiar.
Todos somos unos expertos en
programas informáticos. Atrás queda aquella época en la que si un alumno sabía
hacer funcionar un reproductor de vídeo de vhs, ya era el genio de la
electrónica, el elegido por el futuro, era el experto. Ahora todos los sabemos
todo en la red ¡hemos logrado cambiar el cartucho de la impresora…y sin
ensuciarnos las manos! Y si no lo sabemos tiramos de buscadores en la red
mientras el resto está ocupado tratando de averiguar cómo funciona un programa.
Todos sabemos las normas de una
página web que son aquellas que nosotros mismo hemos pensado y por lo tanto,
son las correctas. Conocemos cada una de las partes de una web, donde se
encuentra cada elemento, y si no aparece a la primera…debe ser algún cambio
reciente del que no han avisada, a pesar del banner superior que así lo indica,
lo deben haber puesto ahora.
Todos somos unos gamers expertos.
Porque al fin y al cabo los videojuegos a los que jugamos, son los mejores. A
esos juegos que tú juegas, no son malos pero los míos son mejores, al fin y al
cabo son a los que yo juego y por lo tanto, son los que tú deberías probar que
seguro que te gustarán.
Y justo en ese todo, la red nos
demuestra que estamos equivocados.
Por eso, siempre he comentado que
el silencio, en la red, dice mucho más de lo que podamos llegar a imaginar. Al
fin y al cabo en la red, la diversidad está más que presente. A pesar de que
naveguemos a nivel individual, debemos ser conscientes de que no estamos solos.
Cada usuario tiene sus propios criterios, sus propios gustos, y es ahí donde el
mundo coge fuerzas para avanzar.
Existe algo que en lo personal
adoro, y por lo cual siento una gran admiración por un tipo de personas:
aquellas que sabiendo de un tema (o varios, aunque en la informática nunca llegaremos
a saberlo todo de todo), afirman no saber nada aunque no dudarán en ayudar
aportando su granito de conocimiento. Eso nos enseña que el aprendizaje en esta
vida, es constante. Y es ahí donde la diversidad de gustos, se mantiene firme:
si yo uno mis gustos tanto cinéfilos como musicales como de juegos a los tuyos
y tú juntas los tuyos con los míos, ambos ganaremos conocimiento y lograremos
conocer nuevas películas, nuevos artistas, nuevos juegos, y seguiremos
avanzando. Aunque para ello debemos ser conscientes de que en la red, no
estamos solos. Si nos quedamos con lo que nos gusta, con lo que sabemos,
estaremos limitando nuestros propios pasos. En la red no dejamos de aprender
cosas nuevas, de ahí la importancia de respetar los diferentes gustos y opiniones
de los demás usuarios.
Pueden o no gustarte los gustos,
sean del tipo que sean (siempre sin llegar a los extremos, eso ante todo) pero
¿imponer? Desde luego que no: tus gustos son tan validos como los de los demás,
al fin y al cabo debemos recordar que nosotros, también somos los otros.
En la red, todos lo somos todo,
pero en el todo, no somos nada.
Y dicho esto…hasta mañana ^_^
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