Quizás los sistema operativos sean sistemas al que una vez te acostumbras, no cambias. Y quizás, y por más que reneguemos de él, Windows sigue siendo el líder de los sistemas operativos seguido por MacOS siendo GNU/Linux una opción menos usada pero igual de válida. Sucede algo curioso, de Windows se pasa a Linux, de Linux se vuelve a Windows pero de MacOS ni te vas ni vuelves, el baile está entre Windows y Linux.
Y quizás hay muchas personas que estén pensando en pasarse a Linux, es un término curioso ya que la gente no cambia Windows por Linux, se pasa de Windows a Linux. Y quizás sean más por esas leyendas oscuras que pululan acerca del sistema del pingüino las que frenen el avance de este sistema, que si es para expertos, que si hay que teclear código, que si apenas tiene programas y toda una serie de comentarios que nada tienen que ver con la realidad.
Así que si estáis pensando en pasaros a Linux, para lo cual os hará falta un pendrive de arranque, Rufus (o cualquiera otra alternativa, a nosotros UNetbootin nos fue genial) en el cual hayáis añadido la ISO de la distribución Linux que queráis y a instalar iniciando el pc desde el pendrive y seguir las instrucciones de pantalla. Aquí hay un punto a destacar: si o si necesitareis “Poner contraseña”, esto aunque pueda parecer una tontería, se usa para evitar accidentes, o que alguien toque donde no deba, es un simple trámite, contraseña de mínimo seis dígitos y listos.
Pero ¿y luego que? Si llegáis de Windows, tendréis que tener en cuenta varias cosas para comenzar a defenderos:
-Todo listo: una de las cosas que llama la atención de Linux (Técnicamente es GNU/Linux pero Linux es válido) es que una vez lo instalas, ya puedes usarlo, no te hará una suite de ofimática, ni un editor de fotografía, reproductor de audio o de música, ya lo tienes. Son pocas las distribuciones que no vienen ya con una serie de programas instalados para que los usuarios ya puedan trabajar con él. Eso no quiere decir que no podamos instalar programas, pero instalar Linux y ya podéis trabajar con el.
-Actualizaciones: suelen ser más menos “continuas” ya sean menores o mayores. Os avisará un escudo que encontrareis en la parte o bien superior derecha o bien inferior derecha. Si pulsáis sobre el os aparecerá el “administrador de actualizaciones” en el que tan solo deberéis seleccionar las actualizaciones que queréis (por lógica son todas…), pulsar sobre el botón “Instalar actualizaciones”, escribir la contraseña que hayáis puesto y listos. A diferencia de Windows en Linux NO es necesario reiniciar, es algo que incluso se observa en la instalación, son raros los reinicios.
- Sin antivirus: a lo loco va venga, suena irónico pero ¿usar los usuarios de Linux antivirus? No es algo necesario. Los sistemas de archivos son distintos a los de Windows por lo que son más seguros. Existir existen antivirus pero nos atreveríamos a decir que el 99% de usuarios de Linux no usa.
- Drivers: es algo a tener en cuenta, en Linux los drivers se instalan automáticamente. Nosotros hemos conectado a nuestros equipos una tableta digitalizadora, un disco duro externo, infinidad de pendrives, algún que otro smartphone e incluso una tarjeta de sonido externa, al contrario de Windows no son necesarios drivers. Si que es cierto con alguna carpeta pesada del disco duro externo (usado durante tiempo en Windows) hemos tenido problemas no resueltos.
- Instalar y desinstalar programas: algo que suele ser algo lioso en Windows en Linux es más simple, botón derecho sobre el programa que queremos desinstalar, opción “Desinstalar”, añadir contraseña y listos. También podréis ver que tenéis instalado a través del gestor de Software y quitarlo. Para instalar programas de manera simple, la mejor manera es a través del propio gestor de software, elegís programa, añadís contraseña y listos. Existe la opción simple de usar “AppImage” que son un formato de programa pero que no dejan de ser más que versiones portables. Como mucho deberéis pulsar botón derecho sobre el AppImage que hayáis descargado, pulsar sobre propiedades y en permisos, marcar la casilla “Permitir ejecutar el archivo como un programa”.
-Mantenimiento: Linux requiere un mantenimiento mínimo, se suele usar o bien la linea de comandos (no le temáis) con 4 líneas o algún programa como Bleach Bit. Pero es algo que haréis de manera puntual aunque nosotros, por principios (porque decir que los virgo somos maniáticos de la limpieza y el orden hasta en nuestros equipos queda feo…) lo hacemos semanalmente. Antes que nada: no hay papelera visible ¿recordáis la papelera abajo a la derecha? Podéis ponerla pero raros son los usuarios que la ponen, esta se encuentra en el gestor de archivos, oculta y sin molestar.
-Personalización: aquí os vais a pasar horas, todo en Linux se puede modificar, esto implica que desde iconos, hasta wallpaper, pasando por temas, bordes, posición de botones...todo, se puede cambiar. Y es mucho más fácil que en Windows, los iconos los podéis cambiar de uno en uno aunque lo habitual es descargar un pack, seguir las instrucciones y listos. Si sois amantes de la personalización, vais a alucinar.
-La temida consola: es un elemento que asusta pero rara vez la usareis. Aparte el típico “Control + c, control + v” aquí no sirve, por seguridad tienes que pegar el texto con el botón derecho del ratón...a no ser que sea que lo escribas manualmente pero ¿por lo demás? Casos puntuales.
Como veis Linux es mucho más simple de lo que pueda parecer. Con estos conceptos comenzareis a dominar Linux ¿que hay más pasos? Desde luego, pero es ir poco, aprendiendo más sobre este sistema operativo que seguro que os gustará.
Y dicho esto…,hasta mañana ^_^
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