Desde hace un tiempo el
“fenómeno” de las selfies parece haber cobrado una mayor repercusión. Es
habitual ver como en numerosos medios aparece este fenómeno como algo nuevo y
algo que va ganando cada vez más fuerza en una sociedad tecnológicamente avanzada.
Es por eso que cabe preguntarse
qué hay detrás de todo ese “revuelo” que han producido las selfies. Antes que
nada: las opiniones aquí expresadas son totalmente a modo personal por lo que
cualquiera puede tener una opinión totalmente distinta, similar o bien mitad y
mitad.
No nos engañemos: el termino
selfie no deja de ser un anglicismo cuyo peso social ha ido aumentando. Al fin
y al cabo no debemos olvidar que la palabra selfie no deja de ser más que
“autofoto” pero traducida al inglés. Como suele suceder en la informática, y
siendo esto un hecho tristemente primitivo, los anglicismos suenan mejor que
palabras en castellano.
No podemos negar un hecho que
vivimos hoy en día: la revolución de los dispositivos móviles ya sean teléfonos
o bien tabletas, ha provocado que hoy en día tener una cámara sea algo básico.
Si hace muchos años, en la era del dvd, en la mayoría de los hogares era
habitual encontrar un reproductor de dvd, lo mismo podríamos decir con las
cámaras: hoy en día todos los hogares disponen de una sea del tipo que sea.
El hecho de poder personalizar
nuestro universo virtual (redes sociales,
videojuegos, etc) llama a todo el mundo. En ese terreno las selfies
ganan terreno ¿Qué mejor manera de personalizar algo que con nuestra propia
cara? Gracias a las selfies podemos
decirle al mundo “este soy yo-esto es mío” de una manera clara. Es por eso que
habría que pensar si realmente una selfie no es una manera sutil de mostrar
nuestro propio ego, nuestro narcisismo ¿para qué usar una imagen que nos
identifique si podemos mostrar nuestro rostro directamente?
Por otro lado habría que pensar
si el fenómeno selfie no es una pequeña señal de alarma que nos indica que a
pesar de tanto avance se está creando una sociedad más y más individualizada
donde prima antes el individuo antes que el grupo. Si nos fijamos un poco vemos
como el típico “haznos una foto” está desapareciendo.
No podemos olvidar el auge de
aplicaciones móviles que están enfocadas a las selfies. Incluso la aparición
del famoso “palo para selfies” a pesar de las risas iniciales ha quedado
afianzado por lo que no nos extrañamos al ver uno por la calle.
Deberíamos plantearnos si
realmente el “universo” creado alrededor de un simple anglicismo, con un efecto
aumentado por empresas tecnológicas, no se nos ha ido de las manos. Quizás la
informática, y las nuevas tecnologías están relevando al individuo a un plan
unitario donde la fuerza visual la tenga el individuo mientras que de manera
sensata se sabe que la mayor fuerza la consigue el grupo.
Quizás las selfies no estén
haciendo ver las cosas de manera más egoístas y por lo tanto menos sensatas. Al
fin y al cabo nos hemos limitado a coger una palabra, traducirla y darle una
importancia que, sin traducir, no tenía.
Y dicho esto…hasta mañana ^_^
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