Te levantas, coges el móvil ya
sea para apagar el maldito despertador que has programado la noche anterior o
directamente para leer los mensajes de whatsapp, o en los casos cada vez menos ocasionales
sms. Enciendes tu televisión plana de alta definición y en la cual sueles
escuchar algo: el tiempo no permite ver…y escuchamos aquello que nos interesa.
Cogemos nuestra tableta o libro electrónico, conectamos la música bien de
nuestro móvil bien de nuestro reproductor mp3 hasta llegar al trabajo. Allí el
uso del ordenador se vuelve habitual, en algunos casos 8 horas delante de un
ordenador. Salimos del trabajo y lo primero que hacemos es mirar el teléfono
móvil, una vez más, ya van…demasiados números para tan pocas horas. Llegas a
casa y enciendes la televisión para no ver y no escuchar nada, bendito ruido de
“de lo que sea que están diciendo”. Coges tu consola de última generación o
directamente te conectas al pc o a la Tablet y juegas. Finalmente tras una cena
ligera miras el móvil y te vas a dormir… ¿un día productivo?
Quizás mirar un poco el presente
nos recuerde un poco de dónde venimos o si quizás la frase “cualquier tiempo
pasado fue mejor” debería aplicarse a nuestro día a día junto con la
tecnología. Supuestamente estos “avances” tecnológicos nos ayudan en nuestro
día a día. De acuerdo: sería absurdo decir que hoy en día podríamos vivir sin
dispositivos electrónicos. Como todo en esta vida: todo depende del uso que le
demos. Pero en ocasiones el ejercicio de mirarse el ombligo puede ayudarnos a
saber qué hacemos mal.
De acuerdo: las nuevas
tecnologías conviven con nosotros a diario, se han asentado en un sistema
social en el cual cada vez más dependemos de algún objeto tecnológico
¿dependientes de la tecnología? Sería un poco irónico negarlo. Y como he comentado
anteriormente: todo en su cierta medida es bueno. Quizás deberíamos
preguntarnos si realmente estamos aprovechando debidamente esas tecnologías,
algunas de ellas sumamente simples, como deberíamos.
SI nos fijamos un poco, tampoco
hace falta realizar un análisis de manera profunda, vemos que el ver a gente
mirando alguna pantalla (Tablet, móviles, e-readers) se ha convertido en algo
cotidiano. Podríamos decir que el clásico de Quevedo “erase un hombre a una
nariz pegado” ha pasado a transformarse en “erase un hombre a una pantalla
pegado” sin que lleguemos a extrañarnos.
Quizás las máquinas, y dejando de
lado cualquier producción de cine cuyos títulos nos vienen a todos a la mente,
han comenzado a sustituir la mentalidad humana, la pura esencia de la vida que
no es otra que la gente, las personas. Hablar de redes sociales puede sonar un
tanto absurdo cuando en realidad estas funcionan a través de la pantalla de
algún dispositivo y, en la gran mayoría de ocasiones, sin ningún contacto
físico entre las personas.
Nos quedamos sin voz, esta parece
quedar relegada a las palabras que escribamos: si no estás en la red no existes.
Ya no se lleva aquello de llamar a alguien desde la calle ¿comodidad? Quizás
ganas de que ese ruido sea substituido por el silencio de un teclado. Los
amigos pasan a ser gente con la cual
sueles tener contacto escrito, suerte hay si se produce un cara a cara aunque
esto, y gracias a la tecnología, ha quedado relegado a un plano secundario incluso
terciario.
Hemos convertido a la personas en
datos, en contactos, en direcciones de correo electrónico o a una simple
fotografía en una red social: da igual si no hablamos, sé que esa persona va a
estar ahí….aunque no hablemos y solo sepa de su vida lo que pone en un muro a
la vista de todo el mundo.
Quizás hemos aprendido a
desenvolvernos con las “nuevas” tecnologías, estaría por afirmar a que a la
gran mayoría que solemos estar acostumbrados a esas tecnologías a diario, nos
dejasen en una isla desierta no sabríamos ni por donde comenzar a vivir. De
acuerdo: bienvenida tecnología pero sin olvidar que detrás de todo aparato
tecnológico debe primar siempre la esencia de todo aquello que nos rodea: las
personas.
Y dicho esto…hasta mañana ^_^
Si vas por los transportes públicos es algo alucinante como va la gente. Todo el mundo pegado a una pantalla!! Menos yo..ejejje
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