Existen hechos y situaciones que
todos y todas, observamos en la red. La red es un lugar vivo en el que todo
tienen cabida, que queramos ver es otra cosa. Y quizás algunos temas más
delicados sean los que menos se vean o, y aunque suene cruel, son los que menos
se quieren observar.
Que en España vivimos una lacra
en cuanto a violencia de género, es evidente. Desafortunadamente raro es el día
en que las noticias no informan de algún caso de violencia machista. En este
terreno esperemos que la noticia sea otra que no hay noticias.
Pero si observamos con atención
la red vemos como el machismo, en su más estado puro y cruel, factor el cual
explicaré más adelante, se mueve con demasiada soltura. Personalmente lo suelo
denominar “Machismo 2.0” y suele ser un machismo visible, cruel pero muy
silenciado. Un machismo vivo, que se mueve aprovechando el cierto anonimato que
otorga la red, y que puede acarrear graves consecuencias a las víctimas.
Quizás tengamos que tomar la base
del caso de Amanda Todd la cual acabó con su vida tras sufrir acoso por parte
de un sujeto. Este caso nos enseña una cruel práctica que si bien es cierto,
está siendo cada vez más perseguida, aunque nos guste o no, las leyes
referentes al acoso-intimidación, a través de la red, son demasiado laxativas.
Un hecho que cualquiera puede
observar es el típico comentario de “voy a publicar fotografías tuyas desnudas
en la red”. Puede sonar a cuento de hadas pero es un hecho que existe, sucede y
no hace falta indagar por la red para observar fotografías íntimas subidas sin
consentimiento de alguna de las partes. De acuerdo, las leyes en estos casos
avanzan, pero a un ritmo demasiado lento para las víctimas.
Algo que se suele observar en muchos hombres (no todos, generalizar sería absurdo) es la acción ofensiva contra el rechazo. Me explicaré,
en cualquier lugar donde converjan distintas sexualidades, es posible observar
el típico flirteo inocente. Pero algunas conductas suelen ser realmente
negativas. Y es que es fácil observar la agresión verbal por parte de un hombre
hacía una mujer cuando esta la ha rechazado. A todos nos viene a la mente el
típico caso de “solo te quiero como amigo” y la palabra “p***” por parte del
hombre.
Una práctica silenciosa pero
realmente desagradable, no es otra que el acoso silencioso por parte del hombre
hacía la mujer que le ha dicho un “no” claro. En este caso podría usar el
término informático de “acción stalker” aunque para no perdernos, podríamos
decir que el usuario molesto, actúa de manera silenciosa aprovechado el
anonimato que ofrece la red, para saber con qué personas habla la otra persona
o que webs visita. Cuando recopila la información suficiente, el atacante (por
llamarlo de alguna manera) malmete contra la otra persona con la intención de
que el resto de usuarios, le hagan el vacío.
En círculos adultos más íntimos,
más exactamente en el panorama del BDSM, se tiende a camuflar el machismo. Sí
que es cierto que aquellos que llevan más tiempo en este tema, tienden a
detectar claramente y de manera rápida, un amo-sumisa-switch, de un machista. La
acción del azote tiende a crear una cierta visión errónea de este mundo. La
creencia de “te pego 4 azotes, te *** y te llamo *** porque soy tu amo”, es una
salvajada en toda regla pero que está ahí, que aprovecha el anonimato de un
mundo no muy visible, para esconder el machismo puro y racial. No es de
extrañar que el desconocimiento en este terreno, sea aprovechado para aquellos
que confunden machismo con bdsm, términos totalmente incompatibles.
No olvidemos que, y guste o no
guste, y aunque por suerte vamos avanzando, vivimos en una sociedad machista.
Irónicamente muchos artilugios erróneamente asociados a mujeres, como puede ser
una falda, fueron los hombres los primeros en usarlas y crearlas. Este machismo
se traslada a la red “¿Una mujer? Un pedazo de carne”. Parece que cuesta
asimilar una mujer gamer, y si se detecta alguien intentará ligar con ella.
Puede sonar un tanto “idea de
soñador” pero en algunas escuelas españolas, y siendo esta una idea importada
de países del norte de Europa, para mediar en casos de acoso escolar, se erguía
un mediador con un alto carisma en la escuela, para intermediar entra acosado y
acosador. Se podría pensar que este hecho podría aplicarse a la red pero por
desgracia la red se mueve de manera vertiginosa y, pongamos aquí un ejemplo, si
yo ahora subo una fotografía, a los 3 segundos esta ya puede haber llegado a
millones de hogares.
Habría que atajar cuanto antes
conductas machistas en la red aunque está claro que para ello antes debemos de
comenzar a educar desde fuera. Está claro que para las victimas el tiempo no
existe.
Y dicho esto…hasta mañana ^_^
Parece que la sociedad en este país no tiene mucha conciencia sobre un tema tan importante. Somos una sociedad muy machista y debemos cambiar. Aunque nos cueste.
ResponderEliminarMás bien creo que se conciencia cuando ya es tarde, cuando de la palabra se ha pasado la "acción". No se si sobre este tema (en el que todos y todas deberíamos tener voz para decir "basta") o no se quiere tomar conciencia o se prefiere optar por mirar hacía otro lado aún a sabiendas que ese machismo silencioso, existe y está ahí. No es algo ni nuevo ni puntual pero si muy silenciado. Tristemente te tengo que dar la razón y debemos reconocer que la raza humana solo aparta la piedra que que le irrumpe en su camino cuando ya se ha chocado con ella en lugar de apartarla a medida que la va viendo.
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