Suena un tanto cruel, quizás un
tanto utópico, pero las cosas suceden, están ahí, y aunque giremos nuestra
mirada, ciertos comportamientos éticamente reprochables, van a estar ahí y van
a seguir sucediéndose.
Mark Zuckerberg, en una de sus
ideas, aseguró quería crear algún tipo de tecnología que hiciese posible
transmitir sentimientos a través de la red. Si miramos la idea, aunque buena,
ya es factible, al fin y al cabo con palabras e imágenes, podemos transmitir
sentimientos y emociones, aunque con el punto clave de estas no siempre pueden
coincidir entre persona que las quiere trasmitir y receptor.
Hasta este punto todo correcto,
una buena ida, quizás un poco descuidad en cuanto a base (desde hace siglos se
pueden transmitir sentimientos y emociones a través de cuadros, música,
escritos, etc) Pero sucede algo importante: esta buena idea choca con una
práctica que, y aunque suene cruel, está a la orden del día en la red.
Antes que nada aclarar un punto:
no es para nada un texto personal. En ocasiones, y hablando quizás de una
manera un tanto burda pero de forma que todos nos entendamos, se suele ver cada
salvajada por la red que deberíamos comenzar a dudar de la evolución humana.
Y es que por mucho que se quieran
transmitir sentimientos y emociones por la red se sigue jugando con los
sentimientos de una persona. Quizás la ceguera a la hora de ver realmente con
quien estamos interactuando impida ver el verdadero poder de nuestras palabras.
Si fuésemos capaz de empatizar completamente con la persona con la que
interactuamos, muchas cosas irían mucho mejor.
Seguro que a muchas personas les
vendrá a la mente los mundos virtuales: nos creamos un alter ego virtual (que
en la mayoría de las ocasiones no tiene nada que ver con nuestro “yo” real, las
cosas como son) y aquí salta la duda: ante que estamos ¿un juego o una red
social? Los pies sobre la tierra: si juntamos la palabra jugar con
sentimientos, la salvajada es evidente.
Siempre lo he comentado: no soy
partidario de soltar según que palabras pero ojo: no hay que rechazar que
alguien las diga (siempre y cuando no sea jugando), prohibir nunca, enseñar
siempre. Una de las quejas más numerosas de esos mundos virtuales de los que
antes he hecho mención, no es otra que el hecho de que mucha gente juega con
los sentimientos. En este caso siempre tiendo a decir que un programa no es
malo: malos son los usuarios que no saben usarlo de manera correcta o
responsable.
Sigo pensando que no somos
realmente consientes del poder de nuestras palabras. Seamos directos: en la red
se pueden crear sentimientos afectivos por lo que la idea de jugar con ellos es
una salvajada que tristemente sucede. Muchas redes sociales de “ligoteo” omiten
este paso pasando directamente a un físico más o menos atrayente y siempre ante
una relatividad personal. La idea de “cuerpo perfecto en cerebro vacío” está
ahí, incluso si tiramos un poco del mundo de la poesía, y siendo quizás un
ejemplo gamberro pero a su vez realista, el famoso “Me gusta cuando cayas
porque estás como ausente” podríamos aplicarlo a este tipo de redes.
Siempre he comentado que la buena
educación y el respeto con aquellos que nos rodean en la red, suele abrir
puertas mientras que la falta de sentido común y la mala educación, cierras
puertas. Se sigue jugando con los sentimientos en la red, solo somos aire al
fin y al cabo, una práctica que en lo personal me parece cruel y totalmente
rechazable. No existen amores imposibles y si, se le puede coger afecto sea del
tipo que sea, a una persona que se conoce por la red. Se pueden crear grandes
amistades que traspasen la pantalla de un pc, al fin y al cabo cuando los
sentimientos y emociones son realmente sinceros, estos son capaces de traspasar
cualquier barrera. Pero cuando jugamos con los sentimientos de otra persona a
través de la red lo único que demostramos es nuestra nula empatía hacia el
mundo que nos rodea a nivel global.
De nunca he compartido la idea
del señor Zuckerberg puesto que desde hace siglos se transmiten emociones y
sentimientos a través de diversos elementos. Pero hasta que el ser humano, no demuestre
porque se diferencia de otras especies y deje de jugar con los sentimientos
como quien juega a las cartas o a los dados (por citar un ejemplo rápido), el
ser humano seguirá siendo una raza que va en contra de su propia evolución.
Y dicho esto…hasta mañana ^_^
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