Cuando en noviembre de 2012,
Microsoft anunciaba el fin de Messenger, gran parte de la población, ponía el
grito en el cielo. Tras 15 años mostrando al mundo una nueva forma de
comunicarse, Mesenger pasaba a ser parte de un olvido quizás demasiado
presente.
Y es a pesar de los años, el
recuerdo de Messenger, sigue estando presente. Es por eso que habría que
preguntarse si realmente Messenger habría podido permanecer hoy en día y si su
recuerdo, aún mantiene vivo aquel mítico programa. Seamos sinceros: Messenger
nos enseñó una nueva forma de comunicarnos. En un tiempo donde lo habitual era
sufrir a diario docenas de power points en nuestros mails, Messenger daba un
nuevo enfoque a la forma en la que teníamos de comunicarnos.
Gustase o no, Messenger sentó las
bases de la comunicación a través de internet y de la mensajería instantánea,
incluso hoy en día son muchos los programas los cuales parten de la base de
Messenger, como podría ser su sucesor natural: Skype. Si nos fijamos Skype no
deja de ser más que un Messenger pero con otro aspecto.
Microsoft cometió dos grandes
errores. El primero no fue otro que retirar un programa aceptado socialmente y
usado por millones de usuarios. El segundo fue la imposición de Skype, si a un
usuario le obligas a usar un programas corres el riesgo de obtener un mayor
número de usuarios descontentos que opten por abandonar el uso de tu programa.
En este punto nos podríamos preguntar
si realmente Skype era un sucesor decente para Messenger. Me viene a la mente
Pidgin, programa el cual a día de hoy sigue siendo usando por un elevado número
de usuarios y cuya interfaz recuerda mucho a Messenger. Está claro que las
diferencias entre Skype y Messenger son evidentes y supongo que muchos estarán
de acuerdo que los “zumbidos” eran unos elementos que muchos usuarios añoran.
De acuerdo: Microsoft trata de
mejorar Skype y si bien es cierto que parecen que van puliendo pequeños errores
(al menos el tiempo de recepción de mensajes estando conectados desde la web y
vía cliente, ha disminuido, siendo este de tan solo un par de segundos de
diferencias), el hecho de que realizar una videoconferencia pueda ser toda una
odisea, es algo que ahuyenta a los usuarios. Por otro lado si recordamos, Messenger
se podía personalizar con temas: era el programa que tú usabas y su tema decía
como eras (más o menos), Skype opta por la elegancia pero es demasiado lineal. Sí
que es cierto, que la integración de Skype con Outlook es un acierto, si tienes
cuenta de Outlook automáticamente tienes cuenta de Skype.
Pero dejando de lado aspectos más
estéticos que útiles, habría que preguntarse si Messenger podría continuar hoy
en día. La respuesta es un si claro pero adaptándose a dispositivos móviles. En
este tipo de dispositivos Whatsapp es el rey indiscutible aunque sí que es
cierto que en este punto debería añadir un matiz ¿Whatsapp económico? En
absoluto, Whatsapp requiero uso de megas (para que os hagáis una idea: un
mensaje de 100 letras en Whatsapp suponen 0’94 Kb…1 Mega sería lo mismo que
subir 3 fotografías a Instagram, 4 tuits con imágenes, 5 mensajes de solo texto
en Facebook, etc.), esto conlleva a si o si tener contratada una tarifa de
móvil, uses o no Whatsapp vas a tener que pagar mensualmente, simple apunte.
Es por eso que si Skype hoy en
día sigue siendo por los usuarios, Messenger seguiría contando con un elevado
número de usuarios. El aroma a nostalgia es algo que llama, que atrae, y ese
mismo factor se podría tener en cuenta a la hora de conseguir una importante
cuota de mercado. Sí que es cierto que el mercado de aplicaciones de mensajería
instantánea está saturado. En este caso ¿Qué podría suponer el regreso de
Messenger? La hipótesis personal (algo que todos podemos hacer) no sería otra
que los usuarios de Skype migrarían a Messenger e incluso atraería a aquellos
usuarios que no llegaron a conocer a Messenger, atraídos por aquellos que
aquellas historias de los que ya vamos teniendo una cierta edad, contamos con
la nostalgia anclada en nuestras pupilas. ¿Messenger hoy en día? Las cosas como
son: no regresará, pero siempre nos quedará pensar en aquella época en la que
Messenger nos enseñó a comunicarnos de una manera distinta. Y si el cielo no
quiere escuchar, dejaremos nuestras palabras escritas sobre la tierra…
Y dicho esto…hasta mañana ^_^
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