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lunes, 10 de junio de 2013

¡ CHOOOF ! 2




Hacía tiempo que no escribía ninguna entrada sobre libros o el mundo de la escritura y que mejor que hacerlo con un “presente salvaje”.

Como cualquiera que haya leído entradas anteriores mi mundo es justamente ese: el mundo de las letras. Tras finalizar mi última novela “En memoria del silencio” y encontrarme un contratiempo inesperado “gracias” al tema portada decidí seguir en mi mundo pero de una manera un tanto distinta: completamente libre.

Siempre he dicho que una de las obras no-oficiales, por decirlo de alguna manera, con las que más he disfrutado ha sido sin duda alguna “¡Chooof!”. Por eso decidí dejar de lado las canciones tranquilas, la suavidad, la calma y comenzar a caminar por mundos más bestias, brutos, burros, salvajes, terroríficos y sobre todo sangrientos.

Con la idea de “hacer lo que realmente me apetezca sin tener fechas ni límites” comencé “¡Chooof! 2”. De momento hay poco y ni será una novela para editoriales ni concursos ni de pago, libertad total y sin plazos ni nada. Los que hayan leído o conozcan “¡Chooof!” sabrán cual es la temática y si bien en la segunda (o tercera según se mire) la temática es la misma el nivel de brutalidad, sangre y actos salvajes será más elevada…es lo que tiene evolucionar ^^

Como nota adicional: la maza de la fotografía tiene mucho que ver con la novela, salpica más.

Así que con un cambio radical de registro respecto a la última novela que finalicé…sin contar el tema portada claro, hoy vamos con el primer capítulo, yo os digo que está todavía en pañales.

Así que dicho esto…a disfrutar ^_^







1-DISTANCIA CERO

Estar sentada en una sucia silla de universidad mientras un profesor con una  boca más similar a la de cualquier batracio antes que a la de una persona da una soporífera clase de física no es la mejor manera de comenzar el día.

-Deberían prohibir estas cosas a primera hora-Pensé.

Pero me gustase o no tenía que estar ahí, sentada de manera heroica como un hombre de dudosa belleza, si es que la tenía en algún lado, hablaba sobre el movimientos de la masa y demás cosas que desde luego no me interesaban lo más mínimo. Pero había que aguantar hasta final de semestre toda aquella tortura. Cuando la clase finalizó estiré mis brazos mientras daba un gran bostezo.

-Veo que tú también te has divertido-Dijo Samy mientras guardaba sus cosas.

Podría decir que Samy era mi mejor amiga, una chica de color cuyo fuerte carácter podía asustar a cualquiera. Por suerte yo la conocía perfectamente, de acuerdo: no era buena idea hacerle enfadar a pesar de estar siempre sonriendo pero desde luego como amiga era un tesoro.

-Odio estas clases- Respondí resignada.

-No eres la única-Respondió Samy mostrando su inconfundible sonrisa-Pero así es la vida así que levanta culo-gordo que todavía nos queda un largo día.

Por suerte la vida en la universidad permitía olvidar las clases más aburridas con suma rapidez. Aunque sin duda alguna lo mejor de todo era cuando las clases finalizaban y finalmente llegaba a casa, un acogedor apartamento en el centro de Manhattan. De acuerdo: si alguien quería paz y tranquilidad aquella no era su zona. Por suerte en mi edificio el ruido era más bien escaso, y no es que no hubiesen vecinos ni mucho menos pero estos apenas hacían ruido. Por un lado estaban el señor Tom y su esposa, la  señora Ham, una simpática pareja de ancianos que caían bien a todo el mundo. Por otro lado estaba la familia Conner, una familia tradicional americana con un hijo de  ocho años y una hija de quince, algunas veces se escucha a los pequeños corretear por el interior del edificio mientras juegan, nadie les dice nada excepto el señor Frigk, un anciano arrugado como una uva pasa y con un carácter seco, borde y antipático, es normal que no le tengamos nada de afecto: se lo ha ganado a pulso. Nada que ver con Kat, la vecina del segundo piso que adora a los gatos, esa chica de no más de cuarenta años debe tener más de una docena a de gatos en su casa, y aquí entra la ley del egoísmo: como a nadie le afecta no le decimos nada…excepto Frigk claro aunque nadie hace caso a las palabras de este. Por otro lado están Lil y Phil, una joven pareja afroamericana que llegó hace poco al edificio, gente maja sin duda alguna. Para terminar está el señor Mistong o mejor dicho: su nombre y apellidos en el buzón ya que rara vez se le ve por el edificio, es un hombre de unos cincuenta años que trabaja como directivo en una gran empresa. Somos pocos vecinos pero bien avenidos, incluso en ocasiones Kat, la señora Ham y yo bromeamos con la casa que hay justo a mi lado, lo único que sabemos es que…tiene puerta. Muy de tanto en tanto aparecen dos tipos trajeados, de esos con traje negro y camisa blanca, bien peinados y con unas oscuras gafas de sol que impiden ver sus ojos, en silencio abren la puerta de tal forma que solo ellos puedan entrar, ni siquiera hemos podido ver una mínima parte del recibidor. Kat y  yo bromeaos sobre ello.

-¿Te imaginas que son agentes del F.B.I.?-Comenta Kat entre bromas mientras acaricia uno de sus gatos que suele llevar en brazos.

-Me recuerdan más a los protagonistas de una película de policías que capturan extraterrestres-Respondo entre risas.

Sea como sea o haya lo que haya en el interior de aquella vivienda produce el efecto del egoísmo: si no molesta no importa. Y lo único que hace aquella casa allí es estar cerrada. Incluso desde la calle la ventana que da acceso a esa casa permanece cerrada y con cortinas las cuales nunca nadie ha visto moverse. No es asunto mío lo que pase o deje de pasar.

Por suerte este es un edificio tranquilo por lo que podía tumbarme tranquilamente en el sofá de casa para darme el placer de comerme una tarrina de helados mientras veía la televisión. Algunos días me quedaba dormida de aquella forma: que gran placer, relax, helado, ropa cómoda y televisión ¿alguien podía pedir más? Un buen morenazo alto, guapo y simpático no estaría nada mal, no señor, nada mal.

Para cualquiera que viva el día a día un nuevo despertar no significa otra cosa que una vieja rutina. Por suerte al estudiar en una gran universidad siempre sucedían cosas que podían amenizar el día y si no pasaba nada siempre podías ir a ver entrenar al equipo de fútbol americano y deleitarte de las vistas por lo que era normal que de tanto en tanto me sentase en las gradas junto Samy mientras las dos  conversábamos de cosas de mujeres.

-¿Por qué no le pides a Steve una cita?-Decía Samy conociéndome mejor que nadie.

Suspiré.

-No creo que sea el momento-Mentía.

-¡Venga ya! –Exclamó Samy –Suspiras con solo escuchar su nombre y encima no apartas la mirada de él.

Me gustase o no Samy tenía toda la razón del mundo. Steve era un chico alto, rubio, con los ojos azules, con un cuerpo de escándalo, deportista y encima por si eso fuese poco era el chico más simpático y amable de toda la universidad ¿se podía pedir más? Si claro: que fuese mío, solo mío. Por otro lado era el típico chico que gustaba a todo el mundo y al fin cabo yo no era más que una animadora más dentro del equipo de fútbol americano. De repente alguien no sacó de nuestra nube.

-Que chicas ¿contemplando otra vez esos cuerpos perfectos?-Dijo una reconocida voz.

Sabíamos que se trataba de Lea, una de nuestras mejores amigas, sus gafas, su tez blanquecina, un cuerpo poco cuidado y con alguna que otra caja de pasteles encima y su pelo lacio a la par que oscuro como el carbón hacían de ella una persona más bien poco agraciada con el don de la belleza. Pero si Lea destacaba por algo era por su inteligencia y es que Lea adoraba leer y estudiar, pasaba largas horas en la biblioteca de la universidad por lo que, dejando de lado que era una persona de trato agradable, acudiésemos a ella en caso de problemas con alguna asignatura.

-Y a ti ¿Cuál te gusta más?-Pregunté mirando a Lea.

-Sabes que no tengo tiempo para fijarme en chicos. Tengo que centrarme en mis estudios, ya tendré tiempo para eso…-Respondió tímidamente esta.

Me esperaba aquella respuesta, era algo obvio para mí pues le gustase o no conocía perfectamente a aquella chica más bien de pocas palabras pero de gran amabilidad.

-Por cierto Lea, tu que sabes más que nosotras sobre biología ¿Qué sabes de la clase de mañana?, según nos dijo el profesor Mc Arthur iba a ser una clase especial –Preguntó Samy.

Lea se quedó pensativa.

-¿Sinceramente? No tengo ni la menor idea- Respondió esta- Ya sabes cómo es el profesor Mc Arthur, la última vez que dijo que íbamos a realizar una clase especial acabamos recogiendo las ranas que supuestamente íbamos a diseccionar gracias a su poco acierto a la hora de guardar el recipiente donde las guardaba-.

Lea tenía razón, aquel bajito y loco profesor de biología era de todo menos normal. Su escasa altura, su incipiente calvicie, sus gafas de varios aumentos y su inseparable bata blanca de laboratorio hacían de él una persona peculiar. Sus clases  en muchas ocasiones acabaron en incidentes leves. Tal y como Lea nos había recordado  el día que nos dijo que debíamos diseccionar unas ranas, cosa bastante desagradable desde mi punto de vista, acabamos buscándolas y recogiéndolas por toda el aula ¿a quién se le ocurre no asegurarse de cerrar bien el recipiente donde estaban? Otro día se equivocó a la hora de mezclar dos productos químicos y tuvimos que sofocar un pequeño incendio. Tan solo esperaba que nadie resultase herido en algunas de sus clases, cosa la cual me extraña que todavía no haya sucedido.

2 comentarios:

  1. Y el resto??? Que pasa?? Que yo ya me he hecho mi propia película en la cabeza...Es que la imagen que has puesto arriba da mucho juego....
    Ah!! Ya sabes, si te puede ayudar con lo de la portada...Ya te dije que no eran muy buenas las fotos pero si quieres algunas mas de las que hice te paso, por si te ayudan. Muak

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  2. ¿El resto? chof, chof, chof, aaaaa, chof, requetechof, ohú que asco, aaaaaaag, que me muero, chof, chof, chof ^^ Pero mira...me has dado una idea y como es un proyecto libre seguramente (y gracias a ti :P) cuelgue más capítulos.

    Lo del tema de la portada he podido informarme y existen bancos de fotografías libres y aunque los tengo hay que mirar. Eso si: reconozco que se me antojó un conejo (de los animales, los que tienen 2 ojos a cada lado...yo especifico que nos conocemos) desde hace tiempo. Igualmente sabes que te agradezco de corazón la ayuda con el tema portadas ^^

    Un besazo enoooooooooooorme muuuuuuuuács!

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