Quizás algunas persona se hayan
fijado que desde hace un tiempo para aquí (o allí, mi noción espacio tiempo
sigue bastante distorsionada, las cosas como son), se habrán percatado que las actualizaciones
de este blog, han variado respecto a la hora en las que se realizan. Es un
pequeño cambio pero que en realidad esconde una duda ¿vivir de día o vivir de
noche?
Ya he comentado en infinidad de
ocasiones que soy animal de costumbres nocturnas. Pero seamos sinceros: el ser
humano es un ser de sol, de horas de sol. La vida, en su más amplio concepto,
gira alrededor del gran astro aunque ¿y la vida nocturna? Las mismas palabras
pueden dar lugar a una interpretación negativa, nos guste o no, nos hemos
acostumbrado a asociar “vida nocturna” a ciertas acciones más tirando a gente
adulta.
Siempre he comentado que tanto la
vida de día como la vida de noche, tiene sus pros y sus contras. Si trabajas
con un ordenador y que el resultado de tu trabajo, se enfoque hacia algo que el
resto del mundo aunque luego tengas que apartarte (los creadores de contenido
sabrán de qué estoy hablando) está claro que la noche es una gran aliada.
Es por eso que, y siendo esto
algo que tuve que realizar por motivos personales, decidí cambiar de horario,
hola día hasta luego anochecer. Soy de la opinión de que para conocer a fondo
una cuestión, lo mejor es involucrarse en ella. Y son muchos los estudios que
hablan sobre las consecuencias de vivir de noche ¿ciertos? No del todo. No
entraré a valorar aquellos factores como peso, estados anímicos, etc. ya que es
algo que he comentado en infinidad de ocasiones, y las palabras repetidas, suelen
llegar a saturar.
Es por eso que habría que
preguntarse ¿cuáles son las mayores diferencias entre realizar horario de día y
realizar horario de noche?
Seré sincero: la paz y la
tranquilidad que se disfruta al anochecer, es genial. Habría que incluir la variable
de la zona en la que se viva. No es lo mismo vivir en pleno centro de la ciudad
que en algún barrio periférico. Si uno, o una, desea silencio, el anochecer es
ideal, si vivís en ciudades tened en cuenta los camiones de recogida de basura
que silenciosos, lo que se dice silenciosos, no son.
Con el horario diurno, el sonido
está presente en cualquiera de sus interpretaciones. Nos guste o no vivimos en
una sociedad ya de por si ruidosa. Quizás el factor silencio sea algo que con
horario diurno se pierda. Quizás aquellos trabajos que requieran mayor
concentración, deban tener en cuenta el factor ruido.
La red es un lugar vivo ¿Qué
quiere decir esto? Sea cual sea el horario elegido, siempre vais a en encontrar
material nuevo, sea del tipo que sea. Está claro que aquellos lugares que se nutren
de usuarios en línea, son lugares clave, aunque en este terreno, tendríamos que
entrar a valorar el factor social. Si esperáis poder hablar con gente de
vuestro país al anochecer, olvidaros, hay pero poca.
Los horarios diurnos facilitan el
factor social, se pierde el factor silencio y concentración pero a cambio, el
factor social aumenta. ¿Qué aporta el horario nocturno? Silencio y
concentración. Esto ayuda a realizar tareas donde se requiera una mayor concentración.
Es por eso que si es posible elegir
entre horario nocturno o diurno habría que poner en una balanza, sus factores
más determinantes a nivel personal y ver hacía que lado va la balanza:
-Tema social: horario diurno
-Tema concentración: horario
diurno
Esto no quiere decir que no existan
variables. No por hacer horario diurno, se va a fortalecer, hay una frase
social que explicaría perfectamente este hecho “solos en medio de la multitud”.
¿Si es posible encontrar el
equilibrio? Desde mi punto de vista, y habiendo vivido personalmente ambos
horarios, la respuesta es un “no”, con matices claro. Uno, o una, puede concentrarse
de día (bajando persianas y evitando estímulos visuales) de día o ser sociable
de noche.
Si me hacen elegir, seguramente
elija el horario nocturno aunque por motivos personales, de momento toca ver el
sol. El factor silencio, paz y tranquilidad, son determinantes ¿Qué acaba
quemando el anochecer? Desde luego, el cuerpo humano es perfectamente
imperfecto, llega un día en el que sí o si tienes que dormir de noche. Podría
decir que el horario nocturno es como hacer horario diurno pero colgándose boca
abajo: hace que las cosas se vean distintas.
Día o noche, todo es cuestión de
ver hacía donde se mueve la balanza.
Y dicho esto…hasta mañana ^_^
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