Un ejercicio que cada año suelo
realizar y el cual también me gusta apreciar, no es otro que ver la cara más
humana de la tecnología. Y es que detrás de toda pantalla de pc o cualquiera
que sea el dispositivo, siempre hay una persona. Podríamos decir que la
informática y las nuevas tecnologías, solo son visibles en los dispositivos, lo
que hay detrás, siempre permanece agazapado en el silencio y, porque no
decirlo, en el olvido. Detrás de ese programa que tú usas, detrás de esa web
donde tú dejas comentarios, de esa canción que no paras de escuchar, detrás de
todo ellos, siempre hay una persona.
Es por eso que, como suele ser
habitual, es hora de realizar un resumen, del aspecto más humano de este blog.
Un resumen en el cual, y aunque incluso a mí mismo me duela, habría que mirar hacia
atrás, hacía finales de 2015 donde ya se veía algo que iba a suceder…
Es curioso, e incluso puede sonar
duro, al fin y al cabo la vida es un camino repleto de obstáculos. Pero sea
como sea…incluso yo mismo me pregunto cómo he podido permanecer de pie a lo
largo del año 2016.
En el resumen del año 2015
comentaba, ya al final del texto, que este 2016, se presentaba como un año de
despedidas. Quizás estaba viendo algo que finalmente sucedió. Y es que a
comienzo de año vivía una de esas situaciones duras y que duelen tan solo al
recordarse. Y es que cuando la vida de Dina se apagó allá por enero, uno recibe
un golpe duro, demoledor. Tu amiga (lo siento ¿mascotas? No, aquellas personas
que hemos tenido animales, sabemos que la palabra “mascota” es incluso
despectiva, son compañeros, amigos y parte indispensable de nuestro día a día)
marcha, os aseguro que el vacío que deja en casa es enorme. Ver como su vida
se iba apagando y que no puedes hacer nada, es duro, muy duro.
Suena triste pero ese mismo mes,
otro amigo, de esos con los que siempre estás dispuesto para, y como se suele
decir por aquí, echarte una cervecita, también decidió decirnos adiós. En ese
punto descubrí la cara más absurda, deleznable y ruin (por ser suave y educado)
de esas personas que hablan sin saber y arremeten contra los demás aprovechando
el anonimato de la red. Ver como algunos seres se equivocaban de persona, y
arremetían contra ese gran amigo, aprovechando el anonimato de la
red, solo me demostró que el ser humano todavía está lejos de ser una raza
evolucionada.
Sé que va a sonar curioso pero a
pesar de esas noticas, nunca, dejé de escribir. Incluso el presente blog se
mantuvo actualizado. Incluso no negué mi ayuda cuando gente, que luego se convirtió
en alegrías, me pidió ayuda. No sería hasta Abril cuando decidí decir adiós a
un elemento que me había acompañado a lo largo de varios años ¿si estaba
preparado? Para nada, pero de nunca he sido persona de caminos fáciles.
A mediados de este mismo año,
recibía la triste noticia de otro adiós, quizás no tan directo pero si del cual
pienso guardar un grato recuerdo. Supongo que haberlo visto desde cachorro y
ejercer de “curioso canguro”, crea vínculos que se transforman en los más
bellos recuerdos que uno pueda tener.
No lo negaré, ha sido un año de
personas que, y aunque esto es algo que no podamos controlar, permanecerán lo largo de la vida durante el mayor tiempo posible, quizás para toda la vida,
quizás para toda la eternidad. He reído, he llorado, he sentido y he soñado estando
despierto. Puedo decir y digo con la más firme de mis palabras que hay gente
por la cual vale la pena mover el mundo ¿cone-panda? Por qué no…Si, hay gente
que acorta la distancia e ilumina el cielo.
Ha sido un año curioso en cuanto
escritura. Hice bien en parar este blog en el mes de agosto ¿si me apetecía?
Para nada, soy una persona que necesita estar creando y en movimiento. Resulta
curioso el vacío que deja finalizar una obra y ese cierto “camino gris” que
finalmente pareció tomar. En este aspecto, y gracias a esos blogs personales
que siempre he comentado que tanto y tanto adoro, he visto que me queda
muchísimo por aprender.
Ya a finales de año, volvía la
senda triste de la vida, una nueva despedida no-directa pero que entristecía a
gente a la cual aprecio y la cual se vio obligada ha realizar una pausa en el
camino. Es por eso que, y observando el año recorrido, haya rechazado
directamente a realizar planes a largo plazo ¿yo decir que haré mañana? No
gracias, me apetece vivir el momento, el ahora, vivir el tú, el yo pero sobre
todo, el nosotros.
Para el próximo año, y aunque
suene un poco contradictorio (las tripas se añoran, no es cuestión de hacer o no
hacer planes a largo plazo, es cuestión de lógica y de cariño hacía senderos que me hicieron sonreir) sin duda alguna, la llegada
al mundo de un nuevo miembro para la familia, es algo que se agradece, aunque
como canguro ya os aviso yo que no sirvo. Sé que va a ser un año de más
silencios por mi parte. Seré directo: hay gente para la que mi voz y mis pasos,
serán silencio. Pero para aquellos que siguen, sin duda alguna solo espero que
el año que entra sigamos todos sonriendo aunque tengamos darnos un abrazo para
ayudarnos a seguir caminando.
Sea como está claro que el año
que viene, tocará seguir volando bien alto…
Psyko
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