Se acaba el año y con él unos
trescientos sesenta y seis días cargados de movimientos informáticos. Es por
eso que, y como va siendo costumbre en este blog, es momento de realizar un
resumen anual en cuanto al mundo de la tecnología, informática y mundos cibernéticos,
se refiere.
Seamos sinceros: este año dos mil
dieciséis no ha sido un año demasiado movido. Al haber venido de un año
realmente movido como lo fue el dos mil quince, ha dado la sensación de que
este año, se ha ido a asegurar lo conseguido en varios aspectos informáticos.
Ha sido el año en que Microsoft ha realizado un “empujón” silencioso a sus
usuarios reacios a migrar a su Windows 10. El movimiento les fue bien pero no
del todo eficaz. Gran parte de los usuarios han seguido apostando por Windows
7. Si un sistema operativo es bueno ¿para qué cambiar?
Y curiosamente ese silencioso
empujón ha sido clave para que muchos usuarios se fijasen en Linux. Quizás se
esté comenzado a quitar el miedo a la hora de migrar hacía sistemas operativos
alternativos. Sea como sea ya son cada vez más los usuarios que han apostado
por el software libre.
Ha sido un año en que los movimientos
geopolíticos han tenido una gran repercusión en la red. Podríamos decir que las
elecciones en USA se han vivido de manera global aunque con enfoques totalmente
distintos dependiendo del país desde el que se ha visto. En este aspecto lo
cierto es que algunos sucesos realmente tristes, hayan alcanzado mayor
repercusión informativa, gracias a la red dando la sensación de que a través de
la concienciación social promovida a través del ciberespacio, se deben comenzar
a cambiar las cosas.
Es curioso: a nivel ocio se ha
demostrado que para avanzar hacia adelante, había que mirar hacia atrás. Es por
eso que este año, en cuando a ocio interactivo, hemos recuperado tecnologías
olvidadas para entretenernos. El único acento que parece escapar de este
enfoque no ha sido otro que la realidad virtual. Guste o no guste, y aunque
este ha sido un gran año para este sector, aún queda mucho por avanzar.
Este año seguramente se haya
plantado la semilla en cuanto al humor del futuro se refiere. Y es que una
galleta nos ha enseñado de manera directa, que no es lo mismo que nos riamos todos juntos, que nos
riamos los unos de los otros. Hemos aprendido que se puede hacer reír a la
gente sin llegar al extremo de meternos los unos con los otros.
Ha sido un año tranquilo en el
que no ha sobresalido ningún programa ni aplicación informática salvo por el
apartado del ocio. Se he preferido conservar el mínimo en lugar de arriesgar a
lo grande. A nivel musical ha sido un año muy bueno en cuanto a lanzamientos
pero triste en cuanto a despedidas.
Se va un año tranquilo, serenos y
sin momentos que pasarán a los libros de historia. Un año que seguramente no
sea recordado pero que se agradece. En ocasiones vale la pena caminar en línea
recta, sin subir o sin bajar pero con la tranquilidad del saber que seguimos
caminando.
Y dicho esto…hasta mañana ^_^
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