Hace ya algunos años (volverán
los osos pandas a tu balcón anidar y otros cuentos de mi espacio- tiempo…)
escuché-leí como un personaje público famoso, comentaba que nunca iba a decirle
a sus hijos como debían vestir, que él no era nadie para prohibirles ir
vestidos como quisieran y que si ellos querían ir vestidos de Superman, él no
se lo iba a impedir, quien sabe si el día de mañana ese hijo creará un
descubrimiento científico que logre cambiar el mundo. Esta idea, puede hacernos
comprender, cual puede ser la respuesta ante una pregunta que siempre ronda
sobre ciertos programas.
Y es que hablar de mundos
virtuales, siempre acarrea una pregunta clave. Podemos entender como mundos virtuales aquellas comunidades interactivas que suman opciones de chat con gráficos animados y que generan el mayor número de dudas. Dos nombres bastante
conocidos serían: Second Life e Imvu, aunque no sean las únicas comunidades virtuales
claro. En ellos la duda sobre su propia personalidad, siempre ha dividido a sus
usuarios. Es por eso que habría que preguntarse: ¿podríamos considerar juegos a
dichas comunidades virtuales?
El debate seguramente se abriría
claramente entre un cincuenta por ciento de usuarios que diría que sí, y otro
cincuenta por ciento que diría claramente que no. Es por eso que la primera opción
para despejar esta duda, no es otra que acudir a un diccionario y mirar la
definición tanto de juego como de jugar.
En la palabra “Juego”, ya vemos
como la propia palabra nos puede dar pistas:
-Acción de jugar por
entretenimiento
-Ejercicio recreativo de
competición ligado a reglas y en el cual se gana o se pierde
En este punto podríamos detenernos
ya que el resto de desambiguaciones vendrían a ser ramificaciones de “juego”
como pueden ser juego de cartas, juego de botones, etc.
Por su parte la palabra “jugar”
nos aportaría más pistas:
-Hacer algo con alegría para entretenerse
-Hacer algo para divertirse
tomando parte de juegos sometidos a reglas.
Si hacemos la suma de todas las
definiciones vemos algo claro: los mundos virtuales no tienen reglas.
Importante: si tienen políticas de uso debido a su naturaleza informática. Esto
lo vemos en cualquier programa informático: todos tienen sus políticas independientemente
si se trata de un editor fotográfico, un programa de ofimática o editor de
audio.
Se podría pensar que existe la
“puerta” para enfocar estas comunidades, gracias al mundo del rol por lo que
también deberíamos mirar su definición en un diccionario aunque en este caso
nos tendríamos que ir hacia “juego de rol”:
-Juego en el que los
participantes interpretan un personaje de ficción.
Podríamos entender en los mundos
virtuales, el tema rol como teatro virtual.
Algo totalmente valido pero que no encajaría ni con la palabra “juego” ni con
“jugar”.
Una de las cosas que más se
suelen ver en las comunidades virtuales, en especial en aquellas personas que
las califican como juego, no es otra cosa que la frase “Lo que sucede aquí, se
queda aquí”. En este punto se olvida un “pequeño” detalle: en estos mundos
virtuales interactuamos con otros usuarios. Esto implica que detrás de todo
aspecto virtual, siempre hay una persona. Si tú no tecleas tu pc no lo hará por
ti. Es por eso que es importante ser conscientes de la importancia del peso de
nuestras palabras, algo en la gran mayoría de ocasiones, o se omite o
directamente se olvida.
Existe un curioso hecho que no es
otro que la frase “solo mundo virtual” seguido de la pregunta “¿Cómo te
llamas?” o “¿Qué edad tienes?”,
preguntas que se espera que la respuesta sea sobre la persona que hay detrás
del pc pero que chocan frontalmente con la frase inicial de solo mundo virtual.
No podemos esperar respuestas “reales” si vamos con frases virtuales.
Por otro lado vemos un factor
clave a la hora de entender la importancia de los mundos virtuales: en ellos
podemos ser quien queramos pero con los pies en la tierra. Me explicaré: en
esos mundos virtuales, y tirando de típicos tópicos, podemos ser un reputado
locutor/a de radio usando webs externas, algo que por otro lado se suele hacer,
pero hasta ahí…si queremos claro, si realmente queremos ser un reputado
locutor/a de radio la carrera universitaria no es un mundo virtual, pero se
puede lograr.
Un caso que me encontré en uno de
esos mundos virtuales, fue el de una chica con un detalle físico (tenía
fotografías reales) que seguro que la supondría barreras más allá de la
pantalla del pc aunque también es cierto que no hay barrera que no se puede
superar, aunque eso ya sea caso aparte. Dicha chica le gustaba ser una princesa
alta y esbelta que desfilaba en pasarelas ¿Quién era yo para decirle “no, no
puedes”? En este caso vemos como realmente tenemos que ser conscientes del peso
y el valor de nuestras palabras.
No somos nadie para impedir a una
persona ser feliz. Si una persona quiere ser Batman ¿realmente se lo vamos a
impedir? En este caso, aquellos usuarios de los mundos virtuales debemos ser conscientes
de la importancia de nuestras palabras. Una acción que se suele hacer, no es
otra cosa que omitir cualquier aspecto gráfico. Una persona que esté baja anímicamente
puede animarse en estos lugares siempre y cuando, el resto de usuarios, sea
consciente del peso de sus palabras. Si tú puedes hacer que la persona que hay
detrás de la pantalla del pc, sonría, ¿porque no hacerlo?
Un juego implica una serie de
normas y objetivos…algo que los mundos virtuales no tienen. La norma no escrita
es divertirse pero ¿divertirse a costa de otras personas? Personalmente me
parece una autentica salvajada: no es lo mismo reírse junto a otra persona que
reírse de otra persona. Por otro lado, y algo que siempre me he preguntado
¿soltar “te quiero” o “te amo” sin sentirlo? Esto es algo que se suele ver en
los mundos virtuales pero ¿si es un juego, fuera de la pantalla del pc el tema
pareja es un poco difícil, no creéis? Si tu pareja juega decir “te quiero” en
un mundo virtual ¿Cómo creerla si te lo dice personalmente? En este caso la
coherencia da la mayor respuesta.
Un apunte antes de finalizar,
hace años, muchos años, en Second Life incluso se realizaron manifestaciones virtuales
a cargo de instituciones. Algunas empresas, viendo el potencial de dichos
mundos, incluso ofrecían sus productos on-line a través de ellas.
Los mundos virtuales son
eso…mundo virtuales. Si usamos el diccionario vemos como ciertas palabras no
encajan con ellas. De acuerdo: el mundo real es primordial pero no por ello
debemos olvidar ciertos aspectos de peso, como pueden ser nuestras palabras,
para lograr a través de lo virtual, que lo real sea mucho mejor. Quizás nos
hemos resignado a caminar en un mundo equivocado negando aquellas ideas, que
aunque sean virtuales, no pueden hacer caminar hacía mejor.
Y dicho esto…hasta mañana ^_^
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