Desde hace un cierto tiempo,
vengo observando en la red uno de esos hechos silenciosos que se van
produciendo a diario pero los cuales o no se ven, o la persona afectada
prefiere silenciar. Quizás el desconocimiento pueda significar comodidad,
podrÃamos aplicar la conocida frase de “la felicidad de la ignorancia”. La
postura puede ser cómoda, pero desde luego, y al menos desde mi punto de vista,
no la correcta.
A todos nos gusta gustar, eso es innegable,
que nos regalen los oÃdos con bellas palabras siempre gusta ¿a quién no le
apetece una caricia susurrada? La poesÃa puede ser muy bella y puede tener de
todo…menos cadenas. Me explicaré. Cuando alguien nos gusta solemos cambiar o
bien algunos de nuestros hábitos o bien pequeños detalles que nos permitan
ver-estar más tiempo con la persona que nos gusta. Si estos cambios no implican
un giro radical en nuestras vidas, no sucede nada, al fin y al cabo todo el
mundo hemos omitido las horas cuando estamos con aquellas personas que nos
atraen, y si no las hemos omitido, las hemos alargado lo máximo posible.
Pero ¿Qué sucede cuando estos cambios
comportan un giro de nuestras vidas el cual se va acentuando a medida que
pasamos más y más horas con las personas que nos gusta? En este caso la
situación puede provocar un efecto totalmente negativo. Es normal por lo tanto
que nos guste alguien sin que nosotros gustemos a esa persona, es algo con lo
que viviremos a lo largo de nuestra vida y con lo cual nos acostumbraremos a
convivir,
Pero ¿Qué sucede cuando un “No me
gustas”, la persona que lo recibe, no lo asimila? En este caso o ponemos freno
de manera tajante o podemos encontrarnos ante un gran problema. Algo que he ido
observando a la largo de un cierto tiempo, es anulación social sobre una
persona la cual, ha dicho “No” a otra y esta, no ha acabado de asimilarlo (o
directamente ni ha hecho caso, las cosas como son)
Vivimos conectados a la red, hoy
en dÃa toda la información, el al menos el 90% de ella, se encuentra o pasa por
la red. Cuando un “No”, se convierte en
un “ni lo he leÃdo-escuchado”, la red suele convertirse en un arma de doble filo. La persona “rechazada” hará todo lo posible
para seguir en contacto con la persona deseada. Una práctica bastante
lamentable que he visto es la anteriormente comentada “anulación social”
¿En que consiste esto? El ser
humano es una raza que necesita sociabilizarse y la red es una herramienta casi
indispensable para ello. La anulación social consiste en que la persona
“rechazada” irá malmetiendo-atacando a la persona deseada. Esto se realiza
aprovechando el “anonimato” de la red. Pongamos que una persona va anulando el cÃrculo
social de la persona deseada, de esta forma la persona rechazada dispondrá de
menos personas que le quiten el tiempo a la persona deseada. De esta forma la
persona rechazada tendrá más tiempo para estar con la persona deseada. Si anulamos
el factor social de una persona esta se volverá más inestable emocionalmente,
momento el cual la persona rechazada aprovechará para acercarse a la persona
deseada, la cual, al estar más débil psicológicamente, será más accesible ante
las buenas palabras de la persona rechaza, la cual, y como es de esperar,
actuará de forma cariñosa y educada.
Las formas de anulación social
suelen ser, y como se suele decir vulgarmente, malmeter aprovechando el
“anonimato” de la red. No llegarÃa al radical y deleznable “o para mà o para
nadie” pero si cercano. La forma de “frenar” esta anulación social, está tanto
en saber que publicamos en la red como en saber con quién hablamos y en qué
medio hablamos. Siempre he comentado que algunas redes sociales, son un
escaparte de nuestra privacidad. Por otro lado, y esto es algo que aplico en mÃ
dÃa a dÃa: la buena educación y el respeto abre puertas, mientras que la mala
educación y la falta de respeto caminará siempre por caminos repletos de obstáculos
algunos de ellos llamados legalidad
La anulación social puede chocar
de lleno ante el hecho de omitir e ignorar crÃticas de personas que no nos
conocen. Quizás la base para combatir la
anulación social, no es otra que la educación, aprender a aceptar un “no” desde
pequeños, al fin y al cabo si nos ponemos en plan filosóficos pero con los pies
en el suelo, la vida son más “noes” que “sÃes”.
Y dicho esto…hasta mañana ^_^
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