Quizás, solo quizás, sean
palabras…
Y la manera de comenzar la
siguiente entrada, ya pueda hacer intuir hacía donde van a dirigidas las
palabras. Algo que se acostumbra a hacer en este lugar, no es otra cosa que
valorar las personas, dar un enfoque más humano al mundo de la informática, de
la electrónica o todo aquello que tenga que ver con la tecnología. Una de las
tendencias que apuntan muchos analistas, y muchas, es que la red debería
volverse más humana, algo que empresas de este sector, ya están moviendo. Y es
que detrás de esa pantalla que tu miras, detrás de ese programa que usas,
detrás de esos juegos que disfrutas, detrás de esas canciones que escuchas,
detrás de todo aquello que tu usas, hay siempre una persona que, como tú que me
lees, vive, siente y tiene una vida que queda silenciada por aquello que la
informática, en su más amplio concepto, ofrece.
Son los detalles, los que hacen
grande el mundo, y este blog, han sido los detalles los que han marcado un año
que, como autor-administrador-creador, han provocado que este año haya sido un
año complejo, quizás demasiado, las cosas simplemente suceden.
Comencé al año con una energía
alucinante, todo hacía arriba, las cosas iban bien ¿para qué negarlo? Avanzaba
en el mundo de las letras, iba alcanzando pequeñas metas personales, el
movimiento siempre fue ascendente. Y llegó Junio, el comienzo del todo.
Y es que fue en ese mes cuando
las letras dejaron de llenarme. Algo que tengo por norma, es no cuestionarme si
vale la pena seguir en el mundo de las letras, simplemente te limitas a
caminar. Pero el acento, ya estaba escrito. Ese mismo mes sucedió algo que me
marcaría. Y es que en el típico momento de “salir a observar la vida”, algo que
solía realizar cuando la inspiración fallaba, me crucé con una chica que iba
llorando, un par de segundos y personas por su lado, ese mismo día fijé uno de
mis objetivos personales: hay que crear sonrisas. Al llegar a casa, recordé
aquella persona, fue entonces cuando me pregunté qué clase de sociedad, hemos
creado capaz de ignorar la tristeza de otras personas. Fue entonces cuando
decidí poner algo en mi mochila: People = shit, un parche claro, directo,
contundente. Y justamente por ese mismo motivo, decidí que era momento de
aumentar la lucha por cambiar las cosas, por crear sonrisas, por hacer que la
gente sueñe, por luchar por que las cosas, mejoren. Lo siento, me niego a ser
como vosotros.
Cuando las letras ya tienen ese
acento, este sigue abrazando el silencio. Y llegó la debacle, septiembre se
presentó de manera contundente. Fueron seis semanas en un hospital, pero no por
mí, cuando a mi padre le detectaron un grave problema en el corazón, hubo que
operar de urgencias. Una “bonita” forma de celebrar mi cumple, en fin… Entre
medias alguien que no hace preguntas y decide poner palabras que no existen, en
ti. Uno se pregunta porque sigue en pie, y si lo hace, hay que caminar, no te
preguntes como, hazlo. La vida cambia,
vaya si lo hace, a pesar de ello, seguí con mi propósito de crear sonrisas. Y
llegó una noticia que marcó, los que me conocen, sabrán de que palabra, o suceso
hablo. Hay que asumir la realidad, hay que seguir caminando, eso siempre.
Con el final de año, y tras
pequeños golpes a modo de asomos de depresión, de pantallas que se rompen (y
tener que salir a por otra de manera inmediata), de gente que no te habla en
todo el año y luego ¡oh que guapo que eres! ¿Me quejo u os paso al silencio? Que
tenga la norma de no quejarme no significa que no me den ganas de soltar alguna
salvajada, simplemente tengo educación, eso y que caminar hacia adelante es lo
mejor que se puede hacer en estos casos.
Con el adiós a este año, dejo
atrás algunas batallas, abro otras ¡hay que crear sonrisas! Y sin duda alguna
me quedo con las gente tan alucinante que he conocido, gran parte de esas
personas, a partir del cuarto trimestre, existe gente que te hace comprobar
como el mundo es un lugar genial. Quizás sea el acento de las letras el que
marque, es algo que no lo sé, tampoco voy a preguntármelo la verdad. Mis alas,
y ahí está la clave de todo, deben moverse hacia otros mundo, y es algo que
cualquiera debería hacer.
Y sin duda alguna, y a pesar de
que el año, ha sido duro, me pienso quedar con eso, con esa gente alucinante
que he conocido, con esas personas que me han enseñado, que me han mostrado y
que han sido un abrazo de esos que te llenan, de esos que sin pronunciar
palabra alguna, te dicen mucho más que mil palabras.
Con estas palabras, pongo un
punto y aparte en cuanto al aspecto más humano se refiere. La informática está
bien, pero sin duda alguna está mejor la gente que la mueve, que hace posible
que todo eso avance, que hace posible que se cumplan los sueños, y ahí, la
maquina no es más que una simpática herramienta.
Nos vemos el próximo año…
Psyko
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