Cuando llegaba la noticia de que
Vivaldi, lanzaba una nueva versión, aquellas personas que ya habíamos probado este
navegador, abrazamos la llegada de la nueva versión. Las personas que hayan
probado las primeras versiones de este navegador, podemos reconocer que la
experiencia, había sido buena. Con la nueva versión, los usuarios (y usuarias
si…ains), se esperaba una mejora de algo que ya por si, apuntaba bien ¿exceptivas
cumplidas? Vayamos por partes.
Quizás Vivaldi, no sea un
navegador popular, si bien es cierto que en este terreno hay una primea línea,
lo cierto es que en la segunda, encontramos alternativas que merecen una
mención. Y Vivaldi se encuentra justo en un punto en el que por cuota de
mercado, está en una segunda línea, mientras que, una vez usado, podría estar
en la primera. Y es que la gente de Vivaldi, ha sabido mantener una línea bien
clara en la que prima la elegancia pero ¿elegancia en un navegador? Y es que uno de los aspectos que gusta, es la
interfaz de Vivaldi, iconos bien situados pero de un tamaño que lo hacen
elegante.
A un lado encontramos uno de esos
detalles que gustan: la barra lateral. En ella encontramos opciones tanto de
marcadores, como de historial o un pequeño bloc de notas que te permite añadir
notas en cualquier momento. En la zona superior encontramos los botones de
navegación, la barra de direcciones y un cuadro de búsqueda rápida en el cual
podremos elegir el motor de búsqueda. En la zona central encontramos la parte
por la que navegaremos, podremos crear cuadros de sitios, esto no es otra cosa
que podemos añadir webs, a cuadros de forma que tengamos todo ordenado. En la
parte inferior encontramos opciones para el menú lateral, un capturador de
pantalla o las opciones en general. Ya en la parte superior total, encontramos
el típico cuadro informativo.
Una de las cosas que encontramos
durante su instalación, no es otra que la opción de elegir entre varias pieles
disponibles, posteriormente las podremos cambiar o incluso crear la nuestra
propia. Al estar basado en Chromium, encontramos que podemos añadir extensiones
de Chrome, algo que se agradece. Las opciones están acorde a la elegancia del
navegador, todo en el lugar que los usuarios (…usuarias) esperan. Aparte
contamos con gestos de ratón, atajos de teclado, posicionamiento de la barra
lateral, etc.
Curiosamente uno de los detalles
que me ha gustado, ha sido la opción de “historial”, que si bien es cierto que no
deja de ser un historial como siempre, Vivaldi marca su propio camino y añade
estadísticas, algo que se agradece.
Podríamos pensar que bueno,
Vivaldi es un navegador a tener en cuenta, y así es. Y quizás siempre va bien,
poner algún “uis” desde el cariño, y es que durante la instalación,
directamente se coloca el icono de acceso directo en el escritorio, algo que
quizás haga gruñir a los que, como en mi caso, preferimos un escritorio casi
sin iconos, aunque vamos, este es un detalle personal que no interfiere en la
experiencia de uso.
Aquellas personas que quieran una
experiencia de navegación nueva, encontrarán en Vivaldi, todo un acierto. La
elegancia se aprecia nada más instalarse, al estar basado en Chromium, la
experiencia es similar pero con el plus del trabajo bien realizado. Pero ¿usarlo como navegador principal? Aquí
cada persona debe decidir por sí misma, darle una oportunidad no cuesta nada, y
si convence, convertirlo en navegador principal, incluso es un navegador que
recomiendo.
Así que si queréis descargar este
navegador, podréis hacerlo desde…
Uno de e esos navegadores que se
agradece, buen navegador, sí señor.
Una vez más, son los pequeños
detalles los que hacen grande el mundo.
Y dicho esto…hasta mañana ^_^
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