Quizás este sea uno de esos textos que más se alejan del contexto de este lugar…
Algo habitual en este sitio con la llegada del nuevo año es mostrar la cara más humana de la tecnología. Me atrevería a decir que ese mundo de cables, chips, webs y demás elementos, es realmente invisible en cuanto a las personas que hay detrás se refiere. Quizás hayamos aprendido a valorar la tecnología pero dejando de lado, o dejando en prácticamente invisible, aquellas personas que hay detrás, algo que desde aquí, siempre hemos rechazado pues detrás de cada elemento tecnológico siempre hay una persona detrás, y no siempre se valora.
Este blog es un lugar creado en su totalidad por una sola persona que como otra cualquiera tiene su vida, sus momentos de ocio, su trabajo y vida más allá de cualquier pantalla. Que en ocasiones hable del “nosotros” no es por otro motivo que el hecho de que este lugar se hace entre todos, desde la persona que me lee hasta la persona que a creado un programa que posteriormente he usado, pasando por el redactor de noticias desde la cual me he informado o los artistas que han compuesto la música que siempre a estado detrás de cada una de las letras, este lugar lo hacemos entre todos.
Dicho esto solo cabe mencionar una cosa: bienvenidos a la parte más humana de este lugar.
Y las puertas se cerraron…
Había comenzado el año a lo bruto, creando ya material suficiente para este lugar en el primer mes incluyendo listados y textos, era algo que ya estaba hecho aún a sabiendas que habría que redactar más textos. Una de las ideas era abrirme un poco más al mundo, quizás el hermetismo acerca de mi lado personal había sido todo lo grande que yo había querido, que no era poco. Todo ello con una novela detrás que se iba creando…
Y lo cierto es que los seis primeros meses apenas fueron movidos, la tranquilidad del trabajo constante y momentos en los que todo sigue un camino quizás demasiado tranquilo. El mundo, a pesar de estar tomando un rumbo que no me gustaba debido a su egoísmo individualizado, seguía sin avanzar, quizás decidimos permanecer estáticos antes que tropezar para quejarnos sin querer cambiar.
Cuando Junio llegó, mes en el que ya comienzo a preparar el parón creativo. Tiempo atrás había llevado un collar creado con 2 llaves y un candado que significaba mi amor por las letras, por principios, por cariño y porque era la mejor elección, este cruzó el charco para llegar a alguien que realmente debía tenerlo. Aquel hecho podía pasar desapercibido, le tenía cariño a aquel collar pero sabía que aquella era la opción más acertada. Quizás que acabase aquella obra iba a implicar algo más: adiós al mundo de las letras. Aquella, y al menos hasta la fecha, iba a ser la última novela que iba a escribir, y sinceramente: pasé un poco de la novela que acababa de escribir. Si volveré al mundo de las letras es algo que desconozco, de nunca se me dieron bien los planes a largo plazo.
Que las letras ya no estuviesen no significaba que el tema de la creatividad no siguiese adelante, simplemente se cambiaron las formas de expresión, y uno de mis otros lugares creció de manera exponencial. Pero llegó agosto y por torpe, por llevar el tema de la personalización a otro nivel, toqué donde no debía y me tocaba reinstalar mi S.O, aquello conllevaba perder material ya creado. Lejos de quejarme valoré de manera positiva aquello y no solo volvía instalar la nueva versión de mi S.O. sino que el parón que cada año suelo hacer para esas fechas, el cual en principio estaba previsto para finales de Junio, no se produjo, más bien todo lo contrario. Crear y crear de manera constante, todo listo e incluso este lugar se actualizó varias veces en una misma semana.
Soy humano por más que reniegue de ello, y este año lo hice. Llegaba septiembre y la detección de fallas de privacidad en lugares en los que todos estamos, me hizo replantearme ciertas cosas, había que cerrar puertas y era consciente de que estas se iban cerrando arrasando todo cuanto dejaba tras de mi, fiel y a mis principios aunque estos conlleven algo más de soledad, que no es poca, pero es necesaria, si alguien no comprende tu soledad es que no se a preocupado por conocerte lo más mínimo, por suerte puedo decir que SI ha habido gente que la a comprendido.
Y llegó octubre, en teoría un mes más, pero cuando un familiar tuyo directo acaba entre la vida y la muerte, la cual no voy a negar que vimos de cerca, sabes que todo va a cambiar. Pero de la misma manera, y con un mes de octubre complicado, creo que se va entender que siga caminando sobre mi mismo camino.
Las fallas de privacidad había que solucionarlas y decidí arrasar con todo, dicho así puede sonar a que desmoroné mi propio mundo pero nada que ver. Igual que se crea se destruye, igual que se conoce se olvida, y francamente: si alguien sale de tu vida adiós muy buenas, tampoco me voy a entristecer por ello la verdad, solo que hay un “pequeño” detalle: la puerta se cierra por dentro. Por otro lado decidí quitar toda imagen mía de la red, detalle el cual pasa inadvertido en este lugar si no se comenta...pero no solo aquí.
Quizás este año quise abandonar, el mundo me parecía cada vez más egoísta, mas enfocado a ganar dinero, a tener objetos materiales, a gustar físicamente. Odie con todas las letras el mundo que me rodeaba y aquello, lejos de hacerme abandonar me hizo plantarme y convertirme en un muro al cual se que van a golpear. Pero este año me he negado a ver aspectos físicos, me resulta indiferente la imagen de una persona por lo que me voy a negar a rechazar a aquella persona que, por su físico, han rechazado socialmente, esa gente a la cual se rechaza por tener unos kilos de más (si alguna vez logro entender a que se le llama “kilos de más” voy a apreciar un poco al ser humano…), a ese gente que viste como le da la gana sin importarle lo que digan los demás, a esa gente que le falta una extremidad, o simplemente va en silla de ruedas...lo siento pero esa gente es la que realmente me importa y la que realmente valoro, la gente que es invisible a los ojos pero capaz de ser lo mejor que puede pasarte en la vida.
No ha sido de extrañar que este año me volcase un poco más con aquellos que más lo necesitasen, de disfrutar en mercadillos solidarios, de ayudar sin mirar, de hacer visible a gente a la cual no se presta atención pero a la que si les hablas, te enseñan un mundo realmente interesante.
A sido un año donde he cerrado puertas, donde quizás el mundo me hizo querer abandonar, donde el egoísmo y individualismo me hizo creer que ya nada valía la pena. No voy a negar que en cuanto a lo social se ha arrasado de manera salvaje, he cerrado las puertas más personales dejando abiertas solo dos: una para mi y otra para la gente que me importa.
Nos vemos el año que viene...o no.
Psyko
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